¡Dormirse en el olvido del recuerdo, en el recuerdo del olvido, y que en el claustro maternal me pierdo y que en él desnazco perdido!
¡Tú, mi bendito porvenir pasado, mañana eterno en el ayer; tú, todo lo que fue ya eternizado, mi madre, mi hija, mi mujer!mI
Miguel de Unamuno
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