7 claves para aprender de los errores de relaciones pasadas
No haber tenido éxito en relaciones sentimentales pasadas debería servirnos para aprender de los errores. Acertar a la primera no es fácil; de hecho, debería servir para descubrir más sobre los demás y también sobre uno mismo.
Con cada relación puedes aprender cosas nuevas sobre el amor, sobre la atracción, sobre lo que te hace daño, sobre lo que hiere a los otros, o sobre lo estás dispuesto/a a dar o sacrificar -o no- por el otro.
Fracasar en una relación duele pero siempre debemos de quedarnos con el aprendizaje. De hecho, no hay nada como un fracaso sentimental para conocerse mejor y aprender sobre las actitudes y creencias.
Puede que sea un trabajo duro, pero es necesario analizar qué ha fallado, explorarse para saber qué se ha hecho mal o qué se debe mejorar, para obtener una visión más amplia y hacerlo mejor la próxima vez, evitando así repetir los mismos patrones destructivos que dieron al traste con esa relación.
Tanto si se trata de cuestiones relacionadas con la elección de compañero/a, como si el problema es de comunicación, actitud o cualquier otro, saber donde estuvo el error -o errores- te ayudará a crecer como persona y conseguir una relación de pareja más saludable.
Malas decisiones condicionadas por la experiencia
La experiencia de la vida puede hacerte escoger una pareja que se parezca a lo que conoces. Si estás acostumbrado/a a ver un tipo de relaciones a tu alrededor, eliges según esos patrones, es lo que conoces.
Puede que tengas tus dudas, que veas que ese patrón no hace felices a las personas; puede que incluso creas que eres capaz de cambiarlo o que te resignes a pensar que eso entra dentro de lo que entiendes por ser feliz o ser adulto.
También puede ocurrir que eso que conoces te dé náuseas y busques algo que sea todo lo contrario, como si así pudieras salir de ese mundo que oprime.., pero en el fondo debes de saber que no por ser diferente te van a ir las cosas mejor.
Para aprender de estos errores, la clave está en identificar el patrón que determina tus opciones y conocer si estas decisiones están condicionadas por tu experiencia de vida. A continuación os presentamos 7 aspectos pueden ayudarnos a comprender qué es lo que ha pasado:
1.Esperar demasiado
A veces, uno se compromete más que el otro y piensa que debe ser correspondido. Pero para que una relación funcione, los dos deben tener el mismo grado de compromiso. El otro no está obligado a corresponder en la misma medida, sino que es algo que debe ganarse.
2.No atender a las señales
Algunas personas tienden a ignorar las señales obvias de que una relación pasa por dificultades, o señales que advierten de que la otra parte no está hecha para relaciones duraderas o positivas. El amor, la necesidad y deseo de que esa relación funcione, o la desesperación por seguir adelante, ciegan el entendimiento y no dejan ver lo evidente.
3.Tirar la toalla demasiado pronto
Es necesario darse tiempo para entender qué está pasando, entender el por qué de las cosas y ver en qué parte está fallando uno mismo. Huir demasiado pronto puede suponer tener después miedo a la intimidad o la incapacidad para reconocer que las personas pueden cambiar con el tiempo cuando ellos valoran el amor en su relación. La lucha contra el impulso de romper y el desarrollo de un poco de paciencia y comprensión puede salvar una relación.
4.Vivir mucho tiempo sin amor
Estar mucho tiempo sin amor no justifica que haya que conformarse. Todos somos dignos de ser amados y nos merecemos una pareja que nos quiera de verdad. Hay pocas cosas peores que permanecer en una relación que te empobrece, en la que no te sientes amado/a o valorado/a. Este tipo de relaciones en las que las demandas de amor no prosperan, no pueden funcionar.
5.Cargar con demasiado equipaje emocional
Experiencias dolorosas pasadas pueden suponer una gran carga si no dejas el dolor atrás. Tienes que perdonarte y no cargar con remordimientos, culpa, vergüenza, ira o dolor cuando inicies otra relación. Si no lo haces, todo eso impedirá que puedas sacarle todo el jugo a tu nueva relación, y que dudes constantemente, de ti y del otro.
6.Conformarse
Fracasar en las relaciones sentimentales puede dañar la autoestima, hasta tal punto que una persona puede acostumbrarse a conformarse con lo que le toque. Eso incluye conformarse con una persona que te trata mal, que te considera inferior o que te trata con desigualdad.
El error es pensar que las cosas son así para ti y que no puedes aspirar a algo mejor. Y cuando empiezas una nueva relación, vuelves a caer en lo mismo, porque mejor es eso que nada. Pero no es así. No tienes que conformarte. Tienes que aprender a distinguir las señales que delatan a ese tipo de persona y evitarla a toda costa.
7.Admite que has cometido errores
Admitir que se han cometido errores en una relación puede ser difícil. Es más fácil echar la culpa al otro. Pero admitir la responsabilidad y los fallos propios es vital para saber qué hacer y qué no hacer la próxima vez. Hay que poner fin al juego de la culpa y centrarse en lo que hay que cambiar y en lo que contribuyó al fracaso de la relación.
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