¿Cómo ayudar a una persona con depresión?
No hay dos personas que padezcan la misma depresión.
Como los copos de nieve, cada depresión es única, y si bien presenta los mismos principios esenciales, manifiesta una complejidad imposible de reproducir.
Andrew Solomon
Una persona con depresión tiende a sentirse inmersa en un ambiente de incomprensión. Necesita de su círculo más próximo para superar el estado en el que se encuentra, puesto que el trato que recibe de los demás puede mejorar su proceso de recuperación.
¿Cómo se siente una persona con depresión?
¿Te has preguntado en alguna ocasión cómo se siente esa persona -amigo, familiar, conocido- que te ha comentado que sufre de depresión?
Resulta importante entender cómo se siente una persona con depresión, ya que a través de la comprensión se establece un vínculo más cercano con ella. La ayuda pasa más por entender por lo que está pasando en la otra persona, más que por intentar que deje de sentirse así.
Todas las personas en mayor o menor grado hemos experimentado muchos de los síntomas que están relacionados con la depresión. Sintiéndonos tristes sin saber por qué; con falta de motivación para conseguir lo que queremos; desgana y falta de interés hacia lo que antes nos gustaba hacer; no encontrar la satisfacción ni disfrute en las cosas que hacemos; irritabilidad, dificultades para concentrarnos, etc.
Una persona con depresión mantiene estos síntomas durante un periodo de tiempo prolongado; llevando con dificultad la vida que le gustaría. Se ve atrapada en una ambivalencia entre lo que le gustaría hacer y lo que le apetece realmente.
El sentimiento más común es el de creer que no existe en el mundo alguien que pueda comprender su verdad de por lo que está pasando, ya que esta persona se va a sentir aniquilada y frustrada tanto física como emocionalmente.
¿Cómo podemos ayudar a una persona que está sufriendo depresión?
La intención de querer ayudar a alguien querido que tiene depresión no es suficiente, es necesario además saber qué tipo de cosas estamos haciendo mal. El apoyo social es importante para la persona con depresión, sin embargo, en muchas ocasiones este intento de apoyo se convierte en todo lo contrario, empeorando la situación.
Cuando estamos viendo a una persona querida sufrir, ¿qué es lo primero que intentamos?, por lo general es animarla y pretender hacerle ver las cosas a como nosotros las vemos. Esta es una de las conductas que hay que procurar evitar y que en tantas ocasiones se repite.
Solo queremos ayudar, pero ante una persona con depresión, si no lo hacemos de una forma adecuada, podemos estar perjudicando a esa persona y estar generándole un malestar mayor.
Por eso resulta importante atender a ciertas indicaciones de cómo poder actuar, para ayudar realmente a una persona que padece depresión. Sobre todo saber qué tipo de cosas no es recomendable hacer:
Es importante que la persona que padece depresión se sienta valorada. En ocasiones se puede tender a lanzar reproches, sobre todo porque esta situación puede resultar muy frustrante, ya que requiere de paciencia y de mucho tacto. Aclararle a la persona afectada que la valoras y que es importante para ti, resulta fundamental, para que no caiga en el pensamiento de que supone una carga.
Las frases de ánimo pueden volverse en contra de la persona con depresión. Intentar animar a una persona que no le apetece hacer nada puede llegar a resultar contraproducente, ya que esta persona al verse impedida de recobrar la energía y el ánimo, se siente aún más culpable.
Por lo que ante las frases de: ¡Anímate!, ¡venga que esto no es nada, seguro que enseguida se te pasa!, ¡sé positivo!, comprendo muy bien cómo te sientes, etc. Lo único que estaremos consiguiendo será hacerle sentir más triste y con mayor frustración. Con nuestro mensajes le estamos trasmitiendo a la persona que es débil, por no tener la fuerza necesaria, y culpable, ella es la responsable de no querer salir.
Aceptar que hay un problema y darle la importancia que tiene; es algo importante para poder afrontarlo, ya que si se trivializa y se le da poco valor a lo que está ocurriendo; la persona con depresión se verá aún más desorientada y no estará en disposición de darse cuenta y aceptar que tiene un problema, en el que necesita ayuda para poder superarlo. Por ello hay que darle la importancia que merece, ya que la depresión por sí misma puede anular la voluntad del afectado.
Es verdad que muchas veces, centrándonos en la persona que padece, empezamos a generar ganancias secundarias -atención, cuidados, tiempo, etc.- que pueden anular su intención de curarse. Pero, para eso está el siguiente punto al que vamos a hacer referencia.
No pretender hacer de su psicólogo/a. Muchas veces caemos en el error de creer que podemos solucionar lo que le está ocurriendo, sin embargo esto es más complicado de lo que parece y requiere de una atención profesional.
De este modo, aunque el apoyo de los seres queridos sea importante y la propia persona afectada pueda hacer por salir del problema, esto en la mayoría de los casos no es suficiente. La ayuda especializada es esencial, tanto para establecer un diagnóstico como para pautar un tratamiento y el seguimiento correspondiente. Así, además de ayudar a la persona con depresión puede ayudar al entorno a ajustar su comportamiento al caso particular de la persona que sufre la depresión.
Hacerle entender a la persona con depresión que no está sola y que estás ahí para lo que necesite de forma incondicional, será de gran alivio para ella. Sentirá con tu apoyo, dándose cuenta de que estás ahí para cuando te necesite; lo que le dará una mayor seguridad para afrontar una vida con la que tiene sensación de no poder.
Siempre es recomendable acudir a un psicólogo/a cuanto antes, con el fin de facilitar el proceso para dar una solución adecuada al malestar y sufrimiento que se experimenta.
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