La empatía es una de las habilidades sociales más exitosas. Ser empático garantiza saber afrontar diferentes situaciones interpersonales. De hecho, a la gente le encanta estar rodeada de personas empáticas, porque hace que todo se más fácil.
Tanto si quieres enfocarte en tu capacidad empática para mejorar día a día, como si lo que buscas es rodearte de gente que destaque por su empatía, lo que encontrarás a continuación te será muy útil. Descubre cuáles son los hábitos que caracterizan a la gente altamente empática y decide quién quieres ser y con quién quieres estar.
Cómo son y qué hacen las personas altamente empáticas (PAE)
Ser empático y altamente empático no es lo mismo. Aunque esto último tiene más riesgos personales a nivel emocional, también supone una habilidad digna de grandes líderes.
1 – Las personas altamente empáticas desafían los prejuicios
Todos tenemos suposiciones sobre los demás y usamos etiquetas colectivas que nos impiden apreciar su individualidad. La gente altamente empática desafía sus propias ideas preconcebidas y prejuicios y apuesta por la búsqueda de lo que comparten con la gente, en lugar de lo que los divide.
2 – Las personas altamente empáticas cultivan la curiosidad por los extraños
La gente altamente empática tienen una curiosidad insaciable por los extraños. Ellos hablarán con la persona sentada a su lado en el autobús o en la sala de espera del dentista, o en cualquier situación que se presente.
La curiosidad expande la empatía con gente que se encuentra fuera del círculo social habitual. Eso permite a la gente empática descubrir visiones del mundo muy diferentes a la suya.
La curiosidad es buena para la gente. Martin Seligman identifica la curiosidad como una fuerza clave que puede mejorar la satisfacción con la vida. También dice que es una cura útil para la soledad crónica que afecta a muchas personas.
3 – Las personas altamente empáticas prueban la vida del otro
En su interés por conocer al otro, por meterse en su cabeza, la gente altamente empática pone en marcha la empatía experiencial. La empatía experiencial consiste en ponerse, literalmente, en los zapatos del otro, adquiriendo una experiencia directa de la vida de otras personas.
4 – Las personas altamente empáticas escuchan y se abren
Hay dos rasgos necesarios para ser un conversador empático: dominar el arte de escuchar y abrirse al otro. Las personas altamente empáticas llevan esto al extremo.
Las personas altamente empáticas escuchan con intención y atención a los demás y hacen todo lo posible para comprender su estado y necesidades emocionales. Pero escuchar nunca es suficiente. El segundo rasgo implica la extracción de sus máscaras y la revelación de sus sentimientos a alguien, lo cual es vital para la creación de un vínculo empático fuerte.
5 – Las personas altamente empáticas inspiran a la acción y el cambio social
Normalmente la gente supone que la empatía sucede a nivel de los individuos, pero las personas altamente empáticas entienden que la empatía también puede ser un fenómeno de masas que provoca el cambio social fundamental.
Podemos fomentar el desarrollo y crecimiento de la empatía a lo largo de toda la vida y podemos utilizarla como una fuerza radical para la transformación social. Las investigaciones en los campos de la sociología, revelan cómo podemos hacer de la empatía una actitud y una parte de la vida cotidiana y así mejorar las vidas de todos los que nos rodean
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