Soneto alejandrino
Mujer, alma de fuego
Mujer alma de fuego de luz tienes entrañas,
entregas con tus manos amor sin condiciones
brillando como estrellas fantaseando ilusiones,
luchando y desterrando lastimosas marañas.
Las voces de los hijos cuando faltan extrañas
son ellos los vestigios de tus buenas acciones,
sembrando en las tormentas productivas lecciones.
Que nada contamine lo que tú desentrañas.
Consuelas a los tuyos regalando caricias,
descubres que tu apego resplandece belleza,
encanto resaltado del jardín bella rosa.
Podrás sobre trigales destruir la maleza
y en pródigos jardines obtener amorosa
la cima de tus sueños y alcanzar las delicias.
Matilde Maisonnave