“Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado.
Un esfuerzo total es una victoria completa”
(Mahatma Gandhi)
Aprender el valor del esfuerzo es esencial en nuestras vidas, nos ayuda a formarnos como personas, a entender, reconocer y valorar cada acto que ha supuesto entrega y dedicación.
Los resultados de lo que vamos consiguiendo no vienen por sí solos, llegan a través de una energía de fuerza y voluntad que hay que poner en marcha, sin precipitarse ni esperando obtener un beneficio a corto plazo.
Cuando entendemos lo que significa el esfuerzo, estamos preparados para emprender cualquier aventura que se nos presente, ya sea a modo de crecimiento personal o profesional.
Generando posibilidades para conseguir nuestros sueños
Todo lo que merece realmente la pena en esta vida requiere de esfuerzo. Cuanto mayor es el reto que se nos presenta, mayor es la satisfacción a experimentar en todo el recorrido, en el proceso que iniciamos para llegar hacia lo que deseamos.
En muchas ocasiones se pierde la perspectiva, creyendo que lo que queremos llegar a conseguir está por encima de nuestras posibilidades, y está muy alejado realmente de donde nos encontramos en la actualidad.
Por eso es fundamental dar el primer paso, atreverse a iniciar un recorrido que no sabemos lo que durará, y sin embargo nos acerca hacia lo que deseamos.
El esfuerzo permite por sí mismo abrir posibilidades,
crear caminos donde antes no los había
Una vez decididos y en disposición de comenzar con la aventura, sin importar cuando lleguemos, yendo paso por paso, iremos obteniendo los recursos necesarios para ir avanzando; consiguiendo recompensas que nos aporten energía y nos indiquen que vamos por la buena dirección.
El esfuerzo es la forma real de llegar a lo que soñamos, y hacia todo lo que verdaderamente depende de nosotros, sin embargo, muchas posibilidades se pueden ver frustradas por las circunstancias. Es algo inevitable, que pone a prueba nuestra creatividad para salir adelante.
Los baches nos preparan, forman parte del trayecto y están ahí para que aprendamos valiosas lecciones.
El esfuerzo y la “suerte”
“Jamás el esfuerzo desayuda a la fortuna”
(Fernando de Rojas)
Las personas que están dispuestas a esforzarse constantemente para ir generando posibilidades que les permitan obtener todo lo que quieren, están cosechando oportunidades, por lo que, es inevitable que acaben por llegar los frutos, o lo que es lo mismo; las consecuencias, los resultados y los beneficios.
Seguro que habréis vivido la situación en la que alguien os dice – Que suerte has tenido – ¿Cómo lo has conseguido? – La vida está siempre de tu parte – Menuda suerte tienes siempre – Y así, un sinfín de comentarios que se les dice a las personas que tienen el hábito de esforzarse, para ir generando posibilidades que les permita conseguir todo lo que desean, y, por supuesto, en gran parte lo conseguido depende de ellos.
No es suerte, es esfuerzo.
Es la energía que hace posible
una devolución de lo que hemos ido generando
La fortuna o las circunstancias favorables acaba dando la razón al valor del esfuerzo, está de parte de las personas comprometidas, entregadas y volcadas en aquello que hacen con pasión y dedicación.
El sentido que tiene este inmenso valor del esfuerzo es además, el de aprender a querer; aprovechar y disfrutar lo que se tiene a cada momento. Amar lo que uno hace, sin perderse en una sucesión de ambiciones, poniendo el esfuerzo al servicio del reconocimiento y del propio valor personal.
Este artículo es un reconocimiento a aquellas personas que han ido aprendiendo el valor del esfuerzo y están comprometidas con sus sueños. Personas luchadoras, entregadas, con pasión por lo que hacen y un disfrute que va más allá de los resultados.
Que han sido valientes y han conseguido salir adelante sin que importara lo desfavorables que fueran las circunstancias. Personas admirables que aprovechan y disfrutan todo lo que han ido consiguiendo. Personas que le dan sentido y valor a la vida cada día. Estas son las personas de las cuales aprender…
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