En nuestro día a día solemos asumir con bastante frecuencia que estar estresado es algo que podemos percibir fácilmente, con escaso esfuerzo.
Nos enseñan a asumir la idea de que cuando no podamos más con determinada emoción o acción, seremos conscientes de ello, logrando eliminar o desquitarnos de los efectos de esa presión que estamos padeciendo sobre nuestro cuerpo.
A pesar de ello, infinidad de veces estamos tan absortos y concentrados en conseguir determinada meta o superar los baches de cada día que nosotros mismos, con la ayuda de nuestra mente, bloqueamos los signos de advertencia.
Debido a esto nuestro cuerpo empezará a enviarnos señales en forma de síntomas, y aunque podamos creer que éstos no son importantes, lo más recomendable es escucharlos, reflexionar su origen, su “para qué” y cómo detenerlos.
Estarás de acuerdo conmigo que dormir poco cada noche o estar alimentándote a base de comida basura cada día, no es la forma más sana de vivir y desarrollarte como ser humano, siendo claras señales de que algo no está funcionando en tu estilo de vida.
Por ello, hoy me encantará invitarte a descubrir los 8 principales signos que indican que nuestro cuerpo está bajo presión, los cuales son:
1. Duermes y descansas poco. Uno de los principales puntos a cuidar y mantener sanos si queremos gozar de un correcto y pleno bienestar emocional.
El descanso es vital para nuestro cuerpo físico e interior. Si te es difícil conciliar el sueño o este es poco profundo, con pesadillas y sensación de poco descanso al levantarte, probablemente estés viviendo bajo un estrés importante.
2. Te sientes cansado durante el día. Necesitas muchas más horas de las que presenta un día normal para que tu mente, corazón y espíritu puedan descansar verdaderamente y disfrutes de una sensación de descanso total.
3. Te enfermas frecuentemente. Cuando nuestro cuerpo se encuentra ante niveles altos de estrés, el sistema inmune se ve afectado en gran medida y sufre, provocando que contraigamos enfermedades comunes con más facilidad y en seguida nos sintamos débiles.
5. Estás preocupado a lo largo del día. Si constantemente no paras de pensar y analizar determinadas situaciones en tu vida que de por sí te estén generando un malestar, seguramente no sea solo esto último. Probablemente te estés encontrando bajo una alta presión y estrés continuado.
Considera tomarte unas vacaciones o temporada de descanso cuando te sea posible.
6. Tienes dificultad para manejar el estrés cotidiano. Encontrarte en una situación que te está quitando una gran cantidad de energía continua puede llevarte incluso a no controlarte en las cosas más pequeñas.
En estos momentos, estás a merced de tus emociones incontrolables, pudiendo romper a llorar o enfadarte en cualquier momento. Este punto es uno de los principales indicadores de que tu cuerpo está sometido a demasiada presión y desgaste interior.
7. Sientes la necesidad de comer alimentos basura. El aumento de estrés nos lleva a elevar el número de cortisol en nuestro cuerpo, haciéndonos sentir la necesidad y deseos de consumir alimentos y bebidas ricas en azucares y grasas saturadas.
8. Tienes problemas digestivos. Uno de los principales destinos del estrés en sintomatología es el sistema digestivo.
Es cierto que los dolores estomacales pueden ser de diferentes orígenes, pero seguro estarás de acuerdo conmigo en que en los momentos de mucho estrés y nervios, los dolores de estómago te aumentan considerablemente.
Nuestro sistema digestivo es extremadamente sensible a las situaciones de presión que sufre nuestro cuerpo.