La motivación es lo que te hace empezar.
Hábito es lo que te mantiene.
Tienes las mallas, la esterilla, un manual y varios vídeos con clases de yoga. Lees blogs sobre el tema. Ya has empezado un par de veces, pero, después de dos días, te surge un imprevisto y vuelves a olvidarte de practicar hasta que un día la espalda te duele más de lo normal y recuerdas lo mucho que quieres hacer yoga a diario. ¿Te suena?
Quizás no sea yoga, sino salir a correr, escribir, comer más sano, tener la bandeja de correo electrónico al día, madrugar… Muchos nos proponemos instaurar hábitos para mejorar nuestras vidas, pero lo cierto es que mantenerlos más allá de los primeros días, no suele ser fácil.
Al principio, la motivación nos lleva como en volandas. Ya lo sabes, lo difícil no es proponerse hábitos saludables, sino mantenerlos en el tiempo.
Por eso, te contamos los trucos que conseguirán que mantengas tus hábitos hasta que se conviertan en parte de ti.
Las 6 claves para mantener los hábitos
1. Uno a uno. A veces, queremos hacer tantas cosas a la vez que al final no hacemos ninguna. Si de un día para otro te pones a dieta, empiezas a madrugar y, además, comienzas una rutina de ejercicio, lo más probable es que tu fuerza de voluntad se vea sobrepasada y sientas que no puedes con todo.
Lo ideal es hacer un cambio cada vez.
Elige el hábito que creas que más va a beneficiarte y centrarte en él hasta que haya pasado más o menos un mes y sientas que está establecido en tu día a día. Entonces, puedes ir a por el siguiente cambio.
2. Empieza poco a poco. A menudo empezamos con mucho entusiasmo y eso hace que nos quememos.
Salimos a correr durante una hora dos días seguidos y, al siguiente, tenemos tantas agujetas que lo dejamos estar y… ahí queda el intento.
Lo mejor es empezar con muy poco (por ejemplo, 10 minutos de deporte, un plato de verduras al día) e ir incrementando o profundizando en la actividad.
De hecho, si te quedas con la sensación de que podrías hacer más, al día siguiente reiniciarás la actividad con más ganas (eso sí, esta estrategia no sirve necesariamente para abandonar una adicción).
3. Diseña tu entorno para que te motive a hacer lo que te propones, no para tener que luchar contra él.
Procura no frecuentar ambientes en que sepas que la tentación está cerca. Si lo que buscas es madrugar más para adelantar trabajo, desconecta el cable de Internet hasta que hayas terminado las tareas que te fijes.
Cambiar las rutinas es bastante difícil y requiere mucha voluntad, con lo que cuantos menos obstáculos haya en nuestro entorno, mejor.
También es importante buscar un momento fijo para llevar a cabo el nuevo hábito y no dejarlo sin planificar. Ya sea nada más levantarte, después de desayunar, después de comer… Si dejamos el momento como algo flexible, es más probable que lo vayamos postergando y al final no hagamos nada.
4. Comprométete, no solo contigo mismo, sino con otras personas. Queda con un amigo para correr o anúncialo en tu blog o Facebook, apúntante a un gimnasio o a un foro de gente que practica lo mismo que tú, prométeselo a tu madre o a tu pareja…
El deber de cumplir con lo prometido es una motivación extra, especialmente si iniciamos una actividad con otras personas. Además, ganaremos una voz de aliento cuando nuestra voluntad flaquee.
5. Lleva un recuento. A algunas personas les gusta colgar un calendario en la pared y anotar sus avances, a otras descargar alguna app para el móvil donde rendir cuenta de sus progresos.
Elige la forma que mejor se adapte a tus gustos, lo importante es sentir que tienes que anotar lo que estás haciendo y poder acudir a mirar tu registro diariamente para que la sensación de progreso sea más real.
6. Para terminar, algo muy importante: si “pierdes pie” y un día te has saltado el hábito, ¡eso no quiere decir que hayas fracasado!
A todos nos pasa, a veces surgen imprevistos, a veces el imprevisto es una pereza extrema que no teníamos en cuenta; lo importante es no pensar que tienes que volver a empezar desde el principio, sino que, al día siguiente, sigas justo en el punto donde lo habías dejado. Nos pasa a todos.
Ahora solo tienes que decidir cómo quieres cambiar tu vida y empezar paso a paso. ¡Ánimo!
El mejor momento para plantar un árbol fue hace 20 años. El segundo mejor momento es ahora. (Proverbio chino)
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