“Lo que generalmente se llama realidad es considerado por la filosofía como cosa corrupta, que puede aparecer como real, pero que no es real en sí y por sí”.
(Friedrich Hegel)
La trilogía de Matrix de los hermanos Wachowski, fue un rotundo éxito en los cines, que además de entretener planteaba una serie de reflexiones filosóficas muy interesantes.
Matrix pertenece al género de las distopías, que se refieren a las sociedades ficticias indeseables. Se trata del antónimo de utopía. El término distopía fue creado por John Stuart Mill a finales del siglo XIX.
El mito de la caverna de Platón
El primer matiz filosófico que aparece en Matrix es el mito de la caverna de Platón (“La República” Libro VII). Un prisionero atado en el fondo de una caverna y con la cara hacia la pared, ve sobre la pared, sombras de estatuas que están detrás de él y considera a esas sombras objetos reales (imaginación).
Pero si el prisionero se libera de las ataduras y sale de la caverna, ve las estatuas que producen las sombras (la creencia), ve los perfiles de las cosas que hay fuera de la caverna y que no logra distinguir bien por la luz del sol y finalmente, ve las cosas claramente, iluminadas por el sol y ve al mismo sol.
Con el mito de la caverna, Platón nos explica la existencia de dos mundos: el mundo sensible (el que perciben los sentidos) y el mundo de las ideas (el verdadero y que solo se puede alcanzar con la razón).
Por lo tanto, existe un paralelismo entre Matrix y el mito de la caverna de Platón, aunque en Matrix lo que el “prisionero” liberado ve, no es el sol, sino una realidad totalmente desoladora.
Descartes, los sueños, lo real y el Genio Maligno
En la película Matrix existen dos mundos:
– El real, que es donde las máquinas controlan a los humanos y los siembran para obtener energía.
– El mundo de Matrix, que es un mundo virtual donde las mentes de los humanos son esclavizadas y creen vivir en la normalidad.
Por lo tanto, el componente filosófico de la película es el problema de lo real.
Descartes analizó el tema de lo real y se preguntó: ¿Cómo saber si en este preciso momento no estás soñando?
Para Descartes, el hombre es la unión de cuerpo y mente, pero solo de la mente puede provenir nuestra seguridad. El hombre es una cosa que piensa. Incluso si estamos dormidos, en el sueño tenemos la duda de que estemos dormidos, por lo que tenemos una experiencia mental que nos permite afirmar que existimos.
Esto es precisamente lo que sucede en Matrix, los humanos no saben si lo que viven es real o es un sueño. Las máquinas han creado una realidad simulada que se confunde con la auténtica.
(René Descartes)
En la película, el personaje protagonista, Neo, vive atormentado con la sensación de si está soñando o lo que ve es real y le pregunta a su compañero Choi, en una de las primeras secuencias del film: ¿Alguna vez has tenido la sensación de no saber con seguridad si sueñas o estás despierto?
Descartes, una vez que llega a la conclusión de que ha sido engañado, piensa que no ha sido Dios quien ha llevado a cabo el engaño sino el Genio Maligno.
El Genio Maligno de Descartes en la película Matrix son las máquinas, que han creado una realidad virtual malvada.
Por lo tanto, el paralelismo entre la filosofía de Descartes y la película son claras: no se distingue la realidad del sueño y existe un Genio Maligno que es el creador del engaño.
El existencialismo de Sartre
El hombre nace libre, responsable y sin excusas.
(Jean Paul Sartre)
A lo largo de la trilogía de Matrix, se plantea el problema del existencialismo ya que se afirma que nada de lo que creíamos que existía, existe realmente; es una simple alucinación creada por unas máquinas para sacar beneficios de nosotros.
Para analizar este aspecto filosófico de Matrix podemos acudir a Jean Paul Sartre representante del existencialismo.
La filosofía de Sartre se refiere a la libertad humana y a la no creencia en el destino. La idea fundamental es la de la elección. En la película de Matrix, el protagonista Neo, tiene que elegir desde el principio: la pastilla roja o la azul.
Sartre sostiene que “Si no elijo, también elijo”.
Por lo tanto, se nos plantean, a través de una película, aspectos fundamentales de la vida y de la filosofía, que nos permiten cuestionarnos muchas facetas de nuestra existencia.
lamenteesmaravillosa.com