LAICA
Yo que apenas ventanas abría. Que mis puertas cerradas mantenía guardando los pasos entre cancelas loco me he vuelto por ella. Un amor de cuatro patas.
Con sus manchas en las orejas ladrido de media mañana revoloteo exigente a mi vera. solicitando su agua clara. la caricia alegre y despierta de Laica, mi bella perra.
Ella pone hora a mis días decide por mi, si salgo o he de entrar a la calle me arrastra en cuanto me oye llorar. Si presiente mis tristezas. Cuando mis ojos se nublan, atrapados por los recuerdos y ausencias.
Mi perra tiene un alma tan juguetona y llena de alegría que enojada y rabiosa me roba el amor de cada día. Arrancando de mi alma - Sonrisas. poniendo fuerzas a mis piernas. dando a mi viejo corazón - Vida. Sacándome a la calle - Sin cuerdas. Me manda parar donde quiera. tal que ella fuese ama y no perra.
Laica - Mi amor de cuatro patas. que un día en la calle me acogiera haciendo de mi. - Su mascota. atándome como señora y dueña de mis vagabundeos y derrotas. Atemperando mis viejas rabias abriendo mis puertas cerradas. liberándome de las cancelas que me atrapan dándome la vida que mantenía perdida. Un motivo, Una causa, Una fuerza. para salir a la calle inmensa sin los miedos que antes tuviera. Laica, un amor de cuatro patas que mi casa deja de puertas abiertas.
Cesáreo Robaina Miranda
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