Actúa como si ya fueras la persona que desearías ser, y permite que tus emociones sean la fuerza que embiste tu motor de cambio. Tú eres el artífice de tu propia realidad
Es muy posible que ya hayas oído hablar de la PNL (programación neurolingüística), y que dispongas incluso de tu propio coah, o que de momento, no sea más que una tendencia que atrae tu interés pero en la que aún no has profundizado bastante.
Como suele decirse la curiosidad es el primer paso hacia el conocimiento, y si hay una dimensión poderosa en la que siempre deberíamos estar al día, es en la gestión emocional.
La programación neurolingüística (PNL) es un método que está al servicio de la Inteligencia Emocional, a través de un conjunto de sistemas para entender y programar nuestro comportamiento. Nos enseña a actuar, a desplegar estrategias y ante todo, a gestionar.
Porque gestionar es básicamente poder afrontar los problemas en nuestras relaciones sociales, aprender a tomar decisiones personales más efectivas y exitosas.
Un recurso útil que puede servirte de ayuda en el día a día. Te invitamos a descubrirlo con nosotros.
La PNL y nuestros programas internos
Empezaremos definiendo con brevedad cuáles son los postulados básicos de la PNL para tener una guía básica de orientación.
– La programación neurolingüística es una estrategia de comunicación, desarrollo personal y psicoterapia, creada en los años 70.
– Todo nuestro comportamiento es en realidad un conjunto de hábitos, y actuaciones adquiridos por todas nuestras experiencias: son programaciones. ¿Un ejemplo?
En nuestra infancia nunca reconocían cada cosa que hacíamos bien, solo recibíamos sanciones, críticas y rechazos. Todo ello desarrolló en nosotros una sensación de indefensión, y poca confianza en nosotros mismos.
A medida que han pasado los años, “nuestra programación” interna ha ido alimentándose más aún con este sentimiento.
– Hemos establecido pues una conexión entre los procesos neurológicos («neuro»), nuestro lenguaje («lingüística»), y los patrones de comportamiento aprendidos a través de la experiencia.
Las personas pensamos, sentimos y actuamos de acuerdo a unos programas internos. La PNL nos ofrece una serie de adecuadas herramientas para permitirnos cambiar, y a la vez, mejorar todos estos procesos. Es un modelo de la experiencia humana y de la comunicación.
Bases de la PNL para la gestión emocional
Empezaremos diciéndote que la PNL resulta muy útil para complementarla con nuestra Inteligencia Emocional.
- La PNL, busca modelar y reproducir habilidades competentes en base a la Inteligencia emocional para que encontremos el éxito y la felicidad en el día a día.
- La Inteligencia Emocional será el altavoz que nos ayudará a comunicarnos, y la PNL, por su parte, nos aportará estrategias prácticas, a través de una interacción continua, o “programación”, entre nuestro sistema nervioso (nuestro “hardware”), y nuestro lenguaje, (nuestro “software”).
1. Cuando nuestra programación está basada en emociones negativas
Las depresiones, los estados de abatimiento o indefensión, son muy comunes en nuestro día a día. En primer lugar hemos de reenfocar nuestras ideas sobre ellas:
Las emociones negativas como la tristeza, la pesadumbre o el desconsuelo, no son enfermedades eternas, ni debemos resignarnos a ellas. Es necesario gestionarlas para propiciar el CAMBIO.
– No tengas miedo de ellas, no temas a la tristeza. La PNL nos invita a saber administrarlas y aceptarlas para que sean una herramienta eficaz. ¿Por qué razón? Porque son parte de nosotros mismos y de un conocimiento del que hay que comprender su origen.
– La PNL no busca eliminar nada de lo que hay en ti. El dolor no se puede borrar, pero lo podemos comprender para que nos ofrezca una enseñanza, y una enseñanza es un arma de poder.
¿Por qué me siento tan abatido? No me siento bien en mi situación laboral. Mi trabajo me genera frustración. ¿Qué me dice a mi esta frustración? ¿Que debería hacer algún cambio, quizá? ¿Qué estrategias debería desplegar para propiciarlo y encontrarme mejor?
– Gestionar las emociones significa aprovecharlas al máximo, haciendo que pasen de ser “negativas” a “inofensivas”.
2. Claves de actuación para generar el cambio
1. Sé consciente de tus emociones escuchando a tu cuerpo: da la bienvenida a las emociones y acéptalas.
2. Describe cada emoción con palabras, defínelas en voz alta. Pon nombre al sentimiento.
3. ¿Cómo es ese sentimiento? ¿Es saludable o te inmoviliza?
4. Conecta con tu propia fuerza interior para transformar la emoción no saludable, o esos pensamientos destructivos en dimensiones útiles: haz que tu voz actúe como sanación.
La PNL requiere práctica y sobre todo voluntad y plena conciencia de nuestras emociones. Es una aventura diaria que merece la pena ejercitar para conocernos mejor y propiciar cambios.
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