Existe una tendencia a pensar que las personas serias somos frías y, probablemente, si eres una persona seria, has experimentado por ello alguna situación que te ha molestado. Lo cierto es que ese pensamiento es equívoco.
Es decir, ambos cosas son diferentes la una de la otra: puedes ser alguien serio pero no frío y puedes ser frío mientras te ríes a carcajadas.
Los dos caracteres pueden darse simultáneamente, pero también es posible que no. Si estás leyendo este artículo seguro querrás saber cuales son las diferencias, descúbrelas a continuación:
Características de un carácter serio
- Las personas serias también tenemos emociones: si eres serio la gran parte de las horas del día, seguro que tú también te sientes molesto cuándo te dicen que parece que todo te da igual. No es cierto que por ser serio tengas que ser insensible: los sentimientos están ahí, solo que no los exteriorizo con frecuencia.
- Ser serio me proporciona una herramienta ante la vulnerabilidad: muchas veces puede ser que nuestra seriedad permanente haya surgido de escudo precisamente a partir de una situación de bloqueo emocional. Hemos sentido demasiado y la empatía y la alta sensibilidad nos hace tener cierto desamparo.
- No estoy molesto ni me encuentro mal, es mi expresión natural: por desgracia existen demasiadas situaciones en nuestra vida que nos provocan dolor, preocupación y seriedad, pero aquel que es serio por naturaleza no siempre tiene por qué estar molesto o dolido, ni tiene por qué ocurrirle nada.
- No me río, pero también me hace sonreír por dentro: por increíble que parezca a mucha gente le cuesta reír, pero la sensación de bienestar la sienten por igual. Sabemos que el humor y las buenas noticias son tan amplias como las formas de recibirlo.
- Ser serio tiene su lado negativo y su lado positivo: en algunos momentos del día a día, como el trabajo, puede ser muy eficaz que nos desempeñemos con cierta seriedad; pero, también hay épocas en nuestra vida en las que ser serio nos impide relajarnos y dejar que las cosas fluyan.
“Me gusta cantar y ayudar a los demás, pero yo en verdad soy una persona seria y me cuesta mucho hablar de mí.”
-Anónimo-
Características de un carácter frío
- También puedo ser serio: la frialdad se confunde con la seriedad porque existe una tendencia a que se den en la misma persona, sin embargo ya adelantábamos que no tiene por qué ser así. Una persona alegre también puede ser fría.
- Todo me es indiferente: como si se tratara de un cubito de hielo, a una persona fría puedes tocarla pero no sentirás calor emocional. Se muestra desinteresada por todo lo que acontece a su alrededor y actúa cómo si la vida no fuera con ella.
- No tengo sentimientos afectivos y por ello no soy capaz de sentir nada: parece imposible pensar esto para alguien que conoce que el sentimiento nos mueve. Sin embargo existen personas insensibles por lo que la relación que puedan tener con los demás no deja de ser artificial y, a veces, utilitaria.
“Es preferible unirse a una persona poco de fiar pero tierna que a una persona fría pero digna de confianza. Contra las personas poco fiables hay remedio: conocer a los seres humanos; en cambio, la frialdad acaba congelando irremediablemente todo vínculo.”
Las personas serias, ríen y lloran
Como hemos visto, existen particularidades que diferencian a una persona seria de una persona fría o que nos avisan de si estamos ante alguien que se define por ambas cosas.
Cuando encuentres a una persona seria puede ser muy reconfortante para los dos y para vuestra relación que conocieras realmente si simplemente la seriedad es un modo de vida para ella.
Así te evitarás pensar continuamente que puede estar enfadado, triste o preocupado por algún motivo. No entender esto puede rasgar vuestros vínculos y quemar emociones: las tuyas y las suyas.
Por todo esto recuerda que debes tener cuidado con una persona fría, pero a una seria tienes que darle una oportunidad. La seriedad está cargada de connotaciones negativas, pero debajo de ella se puede reír, llorar y tener miedo.
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