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El retorno
"Vivir sin tus caricias es mucho
desamparo; vivir sin tus palabras es mucha
soledad; vivir sin tu amoroso mirar, ingenuo
y claro, es mucha oscuridad..."
Vuelvo pálida novia, que solías mi retorno esperar tan de mañana, con la misma canción que preferías y la misma ternura de otros días y el mismo amor de
siempre, a tu ventana.
Y elijo para verte, en delicada complicidad con la Naturaleza, una tarde como ésta: desmayada en un lecho de lilas, e impregnada de cierta aristocrática tristeza.
¡Vuelvo a ti con los dedos enlazados en actitud de súplica y anhelo -como siempre-,
y mis labios no cansados de alabarte, y mis ojos obstinados en ver los tuyos a través del cielo!
Recíbeme tranquila, sin encono, mostrando el deje suave de una hermana; murmura un apacible: "Te perdono", y déjame dormir con abandono, en tu noble regazo, hasta mañana...
Amado Nervo
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