La vida es maravillosa si no se le tiene miedo
El miedo irracional se nos presenta muchas veces en nuestras vidas, nos impide disfrutar de cada momento, nos complica las relaciones con los demás y deteriora nuestra salud física y mental.
Pero, ¿de dónde aparecen los miedos que detienen nuestro disfrute y pasión por la vida? Sin duda alguna de nosotros mismos. Contamos con esa capacidad de angustiarnos por problemas que no existen, y de atormentarnos con asuntos que no tienen solución.
El miedo es necesario en nuestras vidas, ya que es una respuesta natural ante los acontecimientos adversos y potencialmente peligrosos; sin embargo, podemos aprender a dar esta respuesta de manera desproporcionada ante cualquier situación.
“El hombre que tiene miedo sin peligro, inventa el peligro para justificar su miedo”
-Alain-
El miedo se apodera de nuestras vidas
Cuando aprendemos a dar una respuesta de miedo ante una multitud de situaciones, acabamos por estar a su merced, moviéndonos por la vida como títeres gobernados por las circunstancias que nos rodean.
Estar dominados por el miedo, es perdernos a nosotros mismos, y dejar de avanzar para conseguir nuestros sueños e ilusiones. Ya que el miedo es una energía que paraliza toda nuestra voluntad.
¿Cómo es posible combatir al miedo? Al miedo es importante no evitarlo ni alimentarlo huyendo del él.
En el momento en el que nos enfrentamos a nuestros miedos, estamos dando el paso para poder combatirlo y arrebatarle todo su poder
En el momento que dejamos que cada uno de nuestros miedos vaya adquiriendo su espacio, nos podemos llegar a ver colapsados. Sin atrevernos a dar un paso al frente ante cuestiones tan importantes como el amor, la honestidad y el propio bienestar.
Llega un momento, en el que dejamos que sean nuestros miedos los que tomen el control, de nuestras decisiones y de nuestra propia voluntad. Olvidándonos así, que la vida consiste en experimentarla y en vivirla.
“El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma”
-Aldous Huxley-
Controlando nuestros miedos
Sabemos que hay miedos que son irracionales y realmente desproporcionados con la realidad, sin embargo creemos que no podemos escapar de ellos, y nos acabamos sometiendo, aceptando que es lo que nos toca vivir.
Este tipo de miedos los hemos creado nosotros, y no son las circunstancias externas las que lo motivan, sino nuestro aprendizaje.
Este tipo de temor insano hay que saber distinguirlo y observarlo, para que nos demos cuenta de cómo afecta en nuestras vidas, y qué tipo de cosas importantes dejamos de hacer por no afrontarlo.
Las consecuencias de los miedos irracionales son:
- Nos quedamos paralizados, sin saber cómo reaccionar ante una situación importante.
- Mantenemos un exceso de vigilancia ante un temor de lo que puede pasar, basándonos en nuestra imaginación.
- Dejamos de lado muchas cosas que nos importan y con las que disfrutamos, por creer que no podemos afrontar la situación a la que tememos.
- Perdemos la perspectiva de las cosas que realmente son importantes para nosotros, por no hacerle frente a lo que tememos.
Cuando analizamos estos miedos irracionales intentando saber de qué nos están protegiendo, en qué se fundamentan, y de qué modo pueden resultarnos más constructivos, damos un paso realmente importante, basándonos en la comprensión.
Estamos comenzando a darles la cara y colocarlos en su sitio. Para ir poco a poco quitándoles poder y valor.
Se abre un nuevo mundo de posibilidades
Cuando ya hemos adoptado la actitud de hacerle frente a nuestros miedos, cuestionándolos, sin juzgarlos, e intentando comprenderlos. Entramos en un nuevo mundo de posibilidades a nuestro alcance.
Todo puede resultar maravilloso cuando no se le tiene miedo a vivir. Ya que las propias experiencias van fluyendo por nuestras vidas, para que obtengamos los aprendizajes necesarios con los que disfrutar de todo lo que está a nuestro alcance.
No podemos controlar lo que va a suceder a nuestro alrededor, sin embargo si podemos hacernos cargo de cómo vamos a responder ante las diversas situaciones que se nos presentan.
Cuando somos capaces de entender esto y llevarlo al día a día de nuestras vidas, afrontando cada paso que damos; estamos más preparados para amar y para dar rienda suelta a nuestros sueños. Siendo así realmente los dueños de nuestra felicidad y de nuestro propio paso por la vida.
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