Todos los días,
los demás nos tienden la mano
y nos ofrecen posibilidades
que nosotros no vemos.
Estamos rodeados de seres
en quienes no nos fijamos
por falta de curiosidad
o por indiferencia.
Sin embargo, todos ellos sienten deseos,
tienen talento o sueños que compartir.
Hay que aprender a conocerlos,
a intercambiar, a interesarse.
Todos tienen algo que aportarnos,
que enseñarnos.
De todo ello pueden nacer proyectos,
oportunidades y nuevas posibilidades.
D.A.