Las preocupaciones, el estrés… todo esto que nos agobia y nos persigue cuando nos hacemos adultos tiene una explicación. Todos necesitamos crecer. Ya sea a nivel profesional o personal, o en todos los sentidos, la verdad es que estancarnos y quedarnos quietos no es una opción, aunque muchos la practiquen.
Pero, ¿por qué esa necesidad de superarnos a nosotros mismos? ¿Por qué ese afán por progresar, por convertirnos en mejores personas? Hoy descubrirás cómo crecer, cómo mejorar cada día como persona, al mismo tiempo que comprendes esta necesidad como algo inherente en tu existencia. ¿Estás preparado para empezar a crecer cada día?
Crecer es una prioridad
Suena contundente, fuerte, con energía y total certidumbre. Es la verdad. Crecer debe ser una prioridad en tu vida, motivarte para ser mejor persona, para avanzar. ¿Qué ocurre cuándo no crecemos? Simplemente, te apagas. Toda esa energía que tenemos, esa motivación que nos debería hacer seguir adelante para conseguir nuestros objetivos no existe.
Realmente, ¿es esto vivir? La respuesta es no. No podemos vivir sin tener una meta, un objetivo, sin superarnos como personas día tras día. Al no hacer esto, nos volvemos personas enfadadas con el mundo, sin expectativas, amargadas y con muchas posibilidades de caer en la depresión. Si no es esto lo que esperas, ¡cambia!
Lograr objetivos, ser mejor persona te hará sentirte mejor. Pero, obviamente, si te encuentras en este punto de inflexión en el que no sabes cómo proceder, ¡no te preocupes! Hoy sabrás qué debes hacer para volver a sentirte vivo y útil de nuevo.
“Una persona que crece es una persona que se deja enseñar en los momentos buenos y en los momentos difíciles se deja corregir”
Normalmente, las mayoría de las personas dejan de aprender, de avanzar en su vida cuando todo en ella les va tremendamente mal. Esto es algo en lo que deberíamos negarnos a caer. Por muy mal que te vayan las cosas, crecer no es algo que debas dejar de lado. ¿Por qué? Simplemente, por estas razones que te exponemos a continuación:
- Tomarás mejores decisiones.
- Aprenderás a valorar mejor las cosas.
- Te sentirás mejor contigo mismo, serás mejor persona.
- Conseguirás todo lo que te propongas.
- Serás más fuerte.
Todo esto y mucho más, es lo que te proporcionará crecer cada día. Pero, ahora el reto está en cómo hacerlo. Para esto, debemos abrir nuestra mente y estar dispuestos a aprender y a equivocarnos también.
Nunca dejes de aprender
Lo primero que debes tener en cuenta para crecer cada día es que nunca debes dejar de aprender. Cada día es una nueva oportunidad de conocer algo que no sabías. No lo desaproveches.
También, debes aprender a escuchar a los demás para saber qué imagen estás dando. Esto no significa que tengas que ser lo que los demás quieren que seas, pero muchas veces no somos conscientes de muchas acciones que, realmente, muestran una imagen negativa de nosotros. Si vives de acuerdo a lo que los demás puedan pensar de ti o intentas complacer a todo el mundo, ¡es hora de cambiar!
Pero, no solo esto. Cualquier cosa que te moleste, cualquier situación que te incomode, empieza a manifestar tu opinión al respecto. ¿O es que quieres vivir toda tu vida callado ante este hecho? Crecer no significa llegar muy lejos. Crecer implica motivarse para conseguir pequeñas cosas que podamos cambiar en nuestro día a día.
Piensa que esto va a ser algo progresivo. ¿Cómo empieza a andar un niño? Poco a poco, pues en este caso es exactamente lo mismo. Analiza tus actos, analiza tu propia vida. Piensa, ¿estoy conforme? ¿Qué me gusta y qué no? Ahora es el momento de madurar, de seguir avanzando para ser mejores personas.
No te quedes parado, pues tu vida es tuya y debes aprovecharla y vivirla plenamente. Aprende, establece pequeños objetivos, ten la motivación para mejorar constantemente. La respuesta a las preguntas de “¿estás conforme con tu vida?”, ¿eres feliz? Debería ser un sí fuerte, rotundo.
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