Ambos tienen suficientes excusas para no luchar por el futuro; per en cambio, se unieron para superar las deficiencias y trabajar por un bien mayor, la plantación de árboles.
Haixia y Wenq han plantado más de diez mil árboles en la última década. “Yo soy sus manos y él es mis ojos. Somos buenos socios “, dijo Haixia en una declaración a la prensa china.
La plantación de árboles les brinda la opción para que puedan seguir trabajando y garantizar su sustento. La misión no es sencilla. Cada día los dos amigos tienen que levantarse temprano e ir al campo. En el camino atraviesan un río y suben a los árboles para quitar la ramas, que usaran para plantar nuevos árboles. Para una persona totalmente sana se trata de una ardua tarea, así que imagínense lo difícil que resulta para Haixia y Wenq. Pero siempre realizan su trabajo con maestría y con una amplia sonrisa.
La remuneración por el trabajo es poca, pero han decidido reforestar toda la zona y no quieren dejar de plantar. Después de que la historia de estos dos amigos fuese expuesta en la prensa de China, varias personas han expresado su interés en colaborar con estos amigos y hacerles la vida un poco más fácil. Uno de los voluntarios ha expresado la voluntad de pagar por una operación para recuperar la visión Haixi y otro ofreció pagar una pensión por su trabajo a los dos amigos, para asegurarse de que siempre tengan un lugar donde vivir y qué comer.