Invictus, un canto a la superación y la amistad
Invictus es una maravillosa película dirigida por Clint Eastwood basada en el libro de John Carlin Playing the Enemy: Nelson Mandela and the Game That Changed a Nation. En ella se narra la amistad que surge entre el recién nombrado presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, y el capitán de los Springboks, François Pienaar, interpretados por Morgan Freeman y Matt Damon respectivamente.
Sin embargo, no es este un escrito en el que deseamos hablar de la ficha técnica de esta fantástica película. Sí que nos centraremos por el contrario en los valores de amistad y superación que el film inspira.
“La mayor gloria no es caer, sino levantarse siempre.”Compartir
¿Cómo es Invictus?
Tras salir de la cárcel, Nelson Mandela accede a la presidencia de un país dividido y enfrentado por el odio y el racismo provocado por la segregación y el aparheid.
Sin embargo, el ingenioso activista descubre una forma de unificar su nación. No es otra que encontrar un punto en común, hecho que acaba encontrando en la pasión de los sudafricanos por el rugby, creando un punto de encuentro en los Springboks, la selección nacional.
Sin embargo, los Springbocks están viviendo un momento duro en su carrera. Pese a ser una de las selecciones más poderosas e importantes del mundo, su juego ha decaído y las derrotas del equipo son constates.
Finalmente, Mandela consigue entablar conversación con François Pienaar, capitán de la Selección Nacional de Rugby de Sudáfrica. De ahí surgirá una amistad que perdurará hasta la muerte del presidente y que permitirá que los Springboks ser campeones del mundo y unir a toda una nación.
La amistad lo puede todo
La amistad es un sentimiento de confianza y cariño entre personas. Y eso es lo que surge cuando Nelson Mandela y François Pienaar se conocen. Pese a las reticencias iniciales del capitán, de raza blanca, la insistencia del presidente en perdonar y unificar dejando atrás el odio y el racismo permite que surja entre ellos una bonita relación que acabará siendo un ejemplo.
El ejemplo de amistad y cariño que surge entre Mandela y Pienaar no solo es apto para rebajar el odio y la animadversión en Sudáfrica, sino en todo el mundo. Cuando dos personas desean con todas sus fuerzas unirse en un círculo de cariño, solidaridad y apoyo mutuo, no hay nada en el planeta que sea capaz de separarles.
La superación de las personas
Siempre que hay un vínculo entre personas, nos hacemos mucho más fuertes. El saber que tienes a tu amigo, compañero y hermano a tu lado te confiere enormes energías que te permiten esforzarte mucho más para seguir adelante y no desfallecer.
En este caso, gracias al apoyo y amistad de Mandela, François Pienaar consigue fortalecer y animar a unos Springboks depresivos, que únicamente saben perder partidos para desesperación de los blancos y alegría de los negros de Sudáfrica.
Sin embargo, la picardía de Mandela y su afán de mejora, superación, unión y perdón, logra que una amistad entre dos personas acabe fundiendo a todo un país en un largo abrazo sin mirar a la persona que tienes a tu lado ni el color de su piel.
La unión hace la fuerza
La lección más importante que nos deja Invictus es que la unión y amistad de dos personas puede ejercer una enorme fuerza sobre miles de personas capaces de cambiar, apoyarse, olvidar rencores y rencillas y mirar todos en una misma dirección como uno solo para lograr la fortaleza y la victoria.
No debemos olvidar que juntos somos más fuertes y mejores. Esta es una gran lección que nos ofreció Invictus. La amistad y la solidaridad nos permite dejar atrás el odio y la soledad. Solo de ahí salen las grandes victorias.
“Después de escalar una gran colina, uno se encuentra sólo con que hay muchas más colinas que escalar.”