No me cansaré de soñar incluso si me equivoco
Vivir la vida que deseas conlleva un gran esfuerzo de tu parte: no darte por vencido. En todo momento te enfrentarás a retos que no tenías previstos. Incluso a veces, la persona que parecía estar más dispuesta a ayudarte simplemente te da la espalda y otras sientes que te falta la energía para continuar.
Pese a todo esto he decidido que no me cansaré de soñar incluso si me equivoco. No es que espere que el camino sea más fácil solo por decirlo. Lo que sí creo es que al tomar esta decisión también me estoy comprometiendo. Tomo un compromiso con la persona que soy, con la niña que fui y con la persona que seré.
¿Por qué soñar en un mundo tan complejo?
Lo primero que escucho cuando hablo de mis sueños es que están muy bien pero son demasiado idealistas. Pareciera que el mundo solo te permite soñar lo que todos quieren y cuando te sales del molde te miran raro.
A los niños se les enseña a soñar con una vida convencional: una carrera que te dé para comer, matrimonio, hijos, jubilación… Yo prefiero soñar con una vida plena en todo momento, que inicie con una profesión que realmente me apasione y termine con una vejez llena de sonrisas y recuerdos felices.
¿Cuánto te retas al soñar?, ¿te pones metas que realmente te inspiren o solo buscas lo mismo que el resto? Cualquiera de las dos cosas está bien siempre que lo hagas con decisión. Es más fácil seguir la corriente y no levantar críticas pero no me parece que sea lo justo para todo el potencial que tiene el ser humano. Hay que soñar para hacer del mundo un lugar más feliz.
Sueño para encontrar oportunidades
¿Te ha pasado que justo cuando estás pensando en algo aparece una oportunidad que se le relaciona? Quizás piensas que necesitas tomar unas vacaciones y a los pocos días encuentras una oferta de hotel en el lugar que habías pensado.
Bueno, esto no se trata de una coincidencia. Lo que en realidad sucede es que cuando te permites soñar. tu mente se abre a nuevas alternativas. Por ello es capaz de ver cosas que se le pasarían de otra forma. Eso es lo mágico de soñar. Entre más permiso te des de ir más allá, más oportunidades puedes encontrar. Ya es tu decisión si tomas o dejas pasar esa oportunidad.
Creo que vale la pena soñar incluso si decides no tomar todas las oportunidades que aparecen en tu vida. Al final se trata de tu existencia y de lo que haces con ella, pero saber que has podido elegir te da más libertad de la que crees.
Soñar te permite vivir con más profundidad
El beneficio más grande que veo de soñar es que me permite vivir a plenitud. Soñar te abre las puertas a nuevas experiencias pero también te lleva a actuar. Es cierto que existen personas que solo sueñan pero al final no hacen nada nuevo, a ellos les llamo soñadores con potencial.
Todos hemos sido uno de ellos en algún momento. Quizás ahora mismo seas uno de ellos y está bien. Quiere decir que tienes aún mucho lugar para donde moverte y muchas cosas que intentar.
También están los soñadores que no se conforman con imaginar y buscan la forma de hacer las cosas. Ellos me gustan porque se arriesgan y viven con mayor plenitud. Lo mejor es que crean, influencian y cambian su mundo. Me gusta esta gente porque se despeina, juega, sonríe, llora e inicia de nuevo.
Soñar para mantener el optimismo
En la vida atravesamos momentos en los que levantarse resulta muy difícil. Las causas van desde las presiones sociales, las emociones negativas hasta el simple desinterés por lo que estás haciendo. Es aquí cuando de verdad necesitas más que simple voluntad para tirar hacia adelante.
Yo he elegido que en estos momentos voy a soñar. Recordaré lo que he perdido, analizaré lo que me hace falta y soñaré con un futuro más prometedor. He descubierto que soñar es una excelente forma de encontrar el optimismo cuando se me ha escapado o mantenerlo cuando está a punto de desaparecer. ¿Y tú, decides soñar aunque te equivoques o prefieres mantenerte fijo en la realidad?
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