10 lecciones de Viktor Frankl sobre la adversidad
Viktor Frankl, psiquiatra y escritor, fue internado durante la II Guerra Mundial en Auschwitx, Dachau y otros campos de concentración. Esa experiencia y su formación, le permitieron hacer una gran reflexión sobre el sentido de la vida que plasmaría en diversos libros, entre los que destaca “El hombre en busca de sentido”.
Fundó la logoterapia o análisis existencial. El término deriva de “logos”, acuñado por Heráclito de Éfeso en el siglo VI a.c., Viktor Frankl lo utiliza como “sentido”, es decir, la logoterapia es la terapia que se enfoca en descubrir el sentido de la vida para cada persona. Se trata de una terapia que se utiliza para personas que sufren problemas existenciales, ante algún cambio profundo o debido a una crisis personal.
Todos pasamos por situaciones en la vida que nos producen sufrimiento y que no sabemos cómo afrontar, pero no existe una fórmula que funcione siempre, sino que debemos aceptar que el sufrimiento es parte de la vida.
“Quien tiene algo por qué vivir, es capaz de soportar cualquier cómo.”Compartir
Las lecciones que nos puede dar una persona que estuvo tres años en un campo de concentración y supo superarlo, se deben considerar para hacernos ver la vida desde otra perspectiva y para motivarnos día a día. Estas son algunas de las lecciones que nos enseñó Viktor Frankl:
La importancia de elegir
La diferencia entre una persona que sabe superar sus problemas y enfrentarse a la adversidad en la vida y una persona que no logra esa superación, es que la primera es una persona que decide, que elige ser una cosa u otra, a pesar de las condiciones que le toque vivir.
La vida tiene sentido en cualquier circunstancia
El Doctor Frankl habla en este sentido de la desesperanza como una operación matemática. La desesperanza es igual a sufrimiento sin propósito. Si una persona no puede encontrar un sentido a su sufrimiento, tenderá a la desesperanza. Pero si la persona es capaz de encontrar un sentido a la adversidad, puede convertir sus tragedias en un logro, en una forma de superación.
“El amor a uno mismo es el punto de partida del crecimiento de la persona que siente el valor de hacerse responsable de su propia existencia”.Compartir
Tus acciones diarias te llevan a ser la mejor versión de ti mismo
Esa es una pregunta que nos debemos hacer cada día para saber quiénes somos y quiénes queremos ser, para lograr ser la mejor versión de nosotros mismos, para mostrar lo extraordinario que hay en cada uno y que los demás lo vean y puedan apreciarlo.
Piensa en por qué o por quién vale la pena vivir
Todos tenemos un por qué o por quién vivir, una razón que nos permite seguir adelante cada día, que nos motiva y que da sentido a cada segundo de nuestra existencia, a cada paso que damos o a cada acción que realizamos. Cómo reaccionamos ante condiciones que no pueden ser cambiadas, depende de nosotros.
Si no tenemos poder para cambiar la situación, siempre podemos elegir nuestra actitud frente a esa situación. Es decir, siempre hay algo en nuestro interior que podemos cambiar, cómo nos sentimos, siempre hay una parte de nosotros mismos que depende sólo de nosotros.
No importa que no esperamos nada de la vida, sino si la vida espera algo de nosotros. Piensa en lo que le aportas a la vida, en lo que espera la vida de ti, porque nuestra vida nos cuestiona y nos exige continuamente.
Lo que debemos preguntarnos es qué podemos hacer para cambiar nuestra vida, qué le aportamos al mundo y reaccionar en consecuencia.
Todo lo malo de nuestra vida es algo que existe y que debemos aceptar. Se crea una tensión entre lo que ya se ha logrado y lo que todavía queda por lograr. No necesitamos vivir sin adversidades, sino saber que van a existir, que son parte de la vida y que debemos luchar por algo que merezca la pena, dar un sentido.
“Ser lo que somos y convertimos en lo que somos capaces de ser es la única finalidad de la vida”.Compartir
Nadie es indispensable, pero todos somos irremplazables
Cuando se acepta que es imposible reemplazar a una persona, se manifiesta la responsabilidad que el hombre asume ante su existencia. Un hombre que se hace consciente de que le espera una persona o de que tiene una obra inconclusa, asume su responsabilidad y conoce el por qué, el sentido de su vida.
Descubre el sentido de tu vida
El interés del hombre no es encontrar el placer o evitar el dolor, sino encontrar el sentido de la vida. Incluso en los momentos en los que sufrimos, debemos encontrar un sentido a ese sufrimiento.
Nadie puede ponerse en tu lugar y sufrir por ti, por lo que tu única oportunidad es la actitud que adoptes ante el sufrimiento. Todos tenemos una razón de ser, pero a veces, no somos conscientes de esa razón.
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