Proyectar hacia el futuro no es sencillo, aunque sí es imprescindible para avanzar en la vida y no quedarnos bloqueados o estancados en un problema o etapa de la vida presente o del pasado.
Para conseguir que nuestros deseos se cumplan, tenemos que dar un paso hacia adelante, creyendo en ellos, y dirigiendo toda nuestra energía en su proyección. Por lo que es indispensable, resolver temas del pasado, para no llevar con nosotros un peso innecesario que impedirá que avancemos del presente al futuro.
El peso del pasado
Para avanzar, necesariamente, tenemos que revisar nuestras cargas, aquellas que vamos acumulando a lo largo de las experiencias de la vida, y que algunas, podrían no permitirnos llegar donde nos propongamos.
Por ello, mirar al pasado se convierte en una necesidad, cuando en él todavía existen asuntos por recolocar en su sitio, o emociones por resolver. Y sólo cuando esto ocurra, nos permitiremos avanzar sin carga, ligeros y con el aprendizaje de todo lo vivido hasta el momento.
La necesidad de mirar al pasado
Podríamos decir que al contrario de lo que nos dicen algunas personas, sí es necesario, en ocasiones, mirar hacia el pasado, no con actitud de quedarse en él ahogado, estancado y bloqueado, y por tanto, sufriendo por ello; sino para resolver las emociones no resueltas, dando paso así a las nuevas experiencias, a la nueva etapa, gracias al desbloqueo que nos mantenía estancados.
“Sólo cerrando las puertas detrás de uno se abren ventanas hacia el porvenir”
-Françoise Sagan-
En el pasado se encuentran las huellas de nuestro camino, aquellas que reconducirán nuestra vida hacia el camino más adecuado cuando las definamos correctamente. Seremos conscientes de ellas y descubrimos quienes somos, gracias a las experiencias vividas y a lo aprendido en el camino.
El reencuentro con uno mismo
Para proyectar hacia el futuro es imprescindible, estar en conexión y en calma con nosotros mismos, y para ello, es fundamental reencontrarnos con nuestra esencia, para descubrir aquello que nos hará felices, nuestros sueños y deseos más profundos. Para lograr éste reencuentro, tenemos que liberarnos de todo aquello que nos ha limitado en la vida, del sufrimiento, las cargas y los límites auto-impuestos.
Reencontrarnos es llegar a lo más profundo de nuestra alma, para conocer lo que anhelamos, y para llegar hasta allí, tendremos que bucear en las emociones que nos bloquean o nos hacen sufrir, para librarnos de ellas y poder seguir adelante.
Partir desde el presente
Una vez que nos hemos liberado de las cargas acumuladas del pasado, del sufrimiento y de los bloqueos que nos tenían atrapados, podemos centrarnos en el presente, en el ahora. Y desde aquí, construir un nuevo camino hacia el futuro. El futuro siempre empieza en el presente, con el aprendizaje del pasado. Vivir el presente, es el único punto de partida para conseguir que nuestros deseos se cumplan en el futuro.
“El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños”
–Eleanor Roosevelt-
Cada momento que nos permitimos disfrutar es un paso más en la dirección correcta, que nos acercará sin duda hacia nuestros sueños. Ser felices en el presente, nos indica que estamos en el camino correcto, ya que nos resultará fácil proyectar nuestra vida hacia que nuestros se cumplan.
Proyectar hacia el futuro
Proyectarse significa visualizarse, marcar un objetivo y buscar consciente e inconscientemente el camino para llegar a él. Cuando “nos vemos allí donde queremos llegar”, significa que “ya estamos allí con toda nuestra energía”, por tanto, cada suceso del presente, lo identificaremos como un paso más hacia ese deseo anhelado.
Si nuestra mente “se ve allí”, le resultará muy fácil encontrar el camino para conseguirlo, ya que de forma incesante, noche y día, buscará la forma de conseguirlo, y es seguro que lo conseguirá, sin que importe el tiempo que nos lleve conseguirlo, ya que el camino de búsqueda hasta llegar allí, ya merecerá la pena.
Construir el futuro, es proyectarse en él desde el presenteCompartir
Podemos bucear en nuestra mente subconsciente, a través de técnicas que nos permiten sumergirnos y profundizar en nuestras emociones, o a través de nuestra intuición, descubriendo nuestra guía interior para tomar las decisiones correctas.
Cada paso se acercará más a nuestro destino y a nuestra felicidad, ya que perseguimos nuestros sueños y deseos más profundos, los cuales, podemos conseguir, siempre que proyectemos desde el presente, resolviendo las interferencias del pasado, y poniendo toda nuestra energía en el camino, sin parar, hasta conseguirlo.
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