Lograr incorporar el sistema de separación de residuos en los domicilios no será tarea sencilla. En primer lugar habrá que disponer de un nuevo espacio para un segundo tacho de basura, luego aprender qué días pasará Cliba a recolectar los residuos secos y qué días pasará por los húmedos. El tercer paso, quizás el que requiere de mayor esfuerzo, es poder identificar en qué tacho tirar cada uno de los desperdicios que genera una familia en su hogar.
El proceso se iniciará el próximo 1 de enero se implementará de manera progresiva con una fuerte y masiva campaña informativa, según informaron desde el municipio capitalino.
Todo aquel desperdicio que pueda ser reutilizado, reciclado, que esté limpio y seco va al tacho de los secos. Los desechos que estén sucios, impregnados de aceites o líquidos que no pueden ser procesados y que no son reciclados irán a parar a cesto de húmedos.
Así por ejemplo una botella de vidrio que no esté rota y esté seca y limpia va a parar a un tacho, mientras que los vidrios rotos van a parar al tacho de los húmedos donde también se depositarán, entre otras cosas, los restos de comida.
Una vez que pase el camión recolector por los domicilios, transportará las bolsas al complejo ambiental de la meseta, donde la cooperativa conformada por los ex trabajadores informales del basural, realizará una segunda selección en las cintas transportadoras.
Segunda separación
En el depósito se separan los desechos que van a ser utilizados por una lado para la alimentación de la planta de biogás y por el otro a la elaboración de compus (sólo algunos residuos llegan a esta fase) que se utilizará en el vivero municipal que se construye en el predio del complejo ambiental. Finalmente lo que queda de la recolección va al relleno sanitario.
"Como se separan residuos secos de húmedos a partir del inicio del proceso, será menor la cantidad de basura que irá la relleno sanitario, con los beneficios que esto conlleva en cuanto a un mayor tiempo para completar las cavas", explicó el secretario de Economía y Hacienda, José Luis Artaza, de quien depende la subsecretaría de Servicios Concesionados.
Todos los residuos
El municipio mantendrá los servicios de recolección de residuos voluminosos, de residuos electrónicos y de aceite comestible usado. En tanto, la empresa Cliba-Tecsan, concesionaria del complejo que comenzará a administrar a partir del 1 de enero, adquirió una máquina chipeadora que convierte en viruta los restos de las podas.
El nuevo complejo ambiental, ubicado en la meseta, detrás de Colonia Nueva Esperanza, tendrá capacidad para separar y procesar 50 toneladas de desechos por día y dará trabajo a entre 35 y 40 personas.
Ecoportal.net