La mentira es algo muy arraigado entre todos nosotros. ¿Quién no ha mentido alguna vez? Algunos incluso denominamos a las mentiras “piadosas”.
Mentir es también una forma de comunicarnos, pero una forma de comunicarnos “falsa”. Obviamente no es lo mismo mentir que ocultar una realidad, pues a menos que esta salga a la luz no nos encontramos en la tesitura de afirmar o negar.
“Nadie tiene la memoria suficiente para mentir siempre con éxito”Compartir
Nunca llamemos mentiroso a aquella persona que nos oculta algo, llamemos mentiroso a aquella persona que una vez sale esa realidad, a la luz la niega.
Eso sí, ¿por qué mentimos? ¿Por qué nos mienten? Esto es algo que resolveremos hoy aquí, pues tras las mentiras hay una serie de excusas que las justifican (o no).
Mentimos porque tenemos motivos
Si no tuviésemos motivos para mentir no lo haríamos. Siempre hay una razón por la que mentimos, aunque esto no significa precisamente que sea algo bueno, algo positivo.
Pero, si te inquietan los motivos que pueden llevar a una persona a mentir, incluso si no eres consciente de por qué tú mismo puedes mentir, hoy descubrirás algunas excusas que se esconden tras las mentiras:
- No querer hacer daño a alguien: esta es una de las primeras excusas que alguien que miente se repite en su cabeza para justificar la mentira que va a decir. Curiosamente, algo que ya deberíamos haber aprendido hace tiempo, es que cuanto menos queremos hacer daño, más daño hacemos. Replantearnos esta excusa y decir la verdad (aunque pensemos que será peor) nos hará sentir mucho mejor.
- Querer obtener un placer a cambio: muchas personas son manipuladoras y mienten con el objetivo de que los demás hagan lo que ellos quieren o con el simple afán de hacer daño. Hay personas que disfrutan con esto y por eso su excusa para mentir es la búsqueda del placer.
- Mentir por mentir: hay personas que saben que mienten, a veces de forma compulsiva, no saben por qué lo hacen, pero tampoco tienen intención de ponerle solución. Quizás sea un hábito adquirido, un rasgo que se ha incrustado en nuestra personalidad. La excusa es “miento porque sí” o “soy así y no voy a cambiar”.
- Es una mentira piadosa: las mentiras piadosas no existen, esto es solo una manera de encubrir una mentira que consideramos de poca importancia, poco grave. Pero, una mentira será siempre una mentira y no nos traerá nada bueno, intentemos evitar ¡hasta las mentiras piadosas!
- Mentir para simular: en ocasiones mentimos para mantener una imagen, esa imagen que queremos dar a los demás, para mostrar algo que realmente no tenemos. Tarde o temprano tu verdadero “yo” saldrá a la luz, es mejor ser uno mismo en vez de simular ser alguien que no eres.
Una sola mentira lo cambia todoCompartir
Transforma la mentira en sinceridad
¿Cuándo te sientes mejor? ¿Cuándo mientes o cuándo dices la verdad? En la mayoría de las ocasiones mentimos para evitar un mal mayor, pero ¿realmente estamos haciendo esto?
La mentira tarde o temprano sale a la luz, aunque nos neguemos a ello, aunque lo evitemos. No podemos mantener una mentira durante mucho tiempo y cuando sale a la luz perdemos la confianza de aquellos a quienes queremos.
Estás equivocado si crees que mentir es mucho mejor que ser sincero. Si la realidad de una situación puede doler, ¿cómo una mentira puede aplacar ese dolor?, ¿cómo puede evitarlo mejor que la propia sinceridad?
Debemos cambiar el chip, ese que tenemos incrustado en nuestra mente y que nos dice que la mentira es mejor para evitar un dolor. ¿Desde cuándo algo negativo es mejor que algo positivo?
Y tú… ¿eres de los que mienten? ¿De los que dicen mentiras piadosas? Si no nos gusta cuando nos mienten, evitemos mentira, pues ninguna excusa es válida cuando se trata de mentir a los demás.
La sinceridad es el camino que evitará más sufrimientos de los que pensamos. La mentira sale a la luz tarde o temprano. Sé sincero, elimina la mentira de tu vida.
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