De pie, resplandece, he aquí tu luz, Y en ti la gloria del Señor Levanta los ojos y mira lejos, ¡Que tu corazón salte de alegría! He aquí tus hijos que vuelven a ti, Y tus hijas llevadas en las caderas.
Jerusalén, Jerusalén, Deja tu ropa de tristeza! Jerusalén, Jerusalén, ¡Canta y baila por tu Dios!
Todas las naciones caminarán hacia tu luz, Y los Reyes a tu resplandor naciente. Manadas de camellos te cubrirán;
Los tesoros del mar fluirán hacia ti, Lo harán Efa, Saba, de Cedar, Cantando a Dios, alabanzas...
Hijos de extranjeros edificarán tus muros, Y sus reyes pasarán por tus puertas. Haré de ti un motivo de gozo, Tú serás llamada "Ciudad del Señor." Los días de tu luto se cumplieron, Entre las naciones tú me honrarás…!!!