El miedo a las alturas, o acrofobia, se caracteriza por tener la sensación de sentirse como congelado o atascado, por mirar hacia arriba o hacia abajo, acompañado de un aumento de la frecuencia cardíaca y la sensación de perder el equilibrio, así como problemas digestivos y mareos, entre otros.
Para quienes experimentan miedo a las alturas, la sensación es horrible. A esos síntomas se une un sentimiento de incompetencia que suele verse favorecido por los comentarios e incluso críticas de los que alrededor no sufren ese miedo.
“Si no hay miedo, el valor no vale nada. Lo difícil no es no tener miedo, sino seguir adelante a pesar de él.”Compartir
Pero, ¿es posible superar el miedo a las alturas? ¿Existe alguna forma de enfrentarse a esa reacción? A continuación vemos cómo es posible superar el miedo a las alturas o, al menos, sobreponerse a la sensación de angustia y agarrotamiento para poder superar el momento.
Practica
No podemos esperar que el miedo desaparezca por sí mismo. Si tememos algo, por irracional que sea, la solución no es evitarlo, sino enfrentarnos a ello, bien de manera extrema, bien poco a poco.
Aunque las técnicas extremas para la superación de las fobias han sido muy utilizadas durante años por terceros, parece mucho más eficaz ir poco a poco y de forma voluntaria. Si te dan miedo las alturas, prueba a enfrentarte a pequeños retos, para acostumbrarte a subir cada vez más alto, a mirar desde más arriba.
Cuando el miedo, el terror y la ansiedad por estar alto te embarguen, respira profundamente para calmarte y tomar el control. Expira lentamente y, si no puedes, intentar contener la respiración unos segundos antes de exhalar. De esta manera, estás forzando a tu cerebro a pensar, dejando de lado la reacción emocional que se adueña de tus pensamientos y no te permite pensar.
Una técnica que funciona muy bien es pensar en que el miedo tiene un valor en una escala de 10. Dale un valor a tu miedo y siente cómo va bajando el nivel a medida que respiras. Visualízalo. Asumir e identificar el miedo es la mejor manera de combatirlo.
Olvida experiencias negativas del pasado
Recordar experiencias desagradables en el pasado sobre las alturas solo hace aumentar el miedo y la ansiedad. Si recuerdas el pasado, el miedo que sentiste condicionará tu experiencia actual.
Desengánchate de esos recuerdos y mira hacia adelante. Pensar en el pasado reforzará tu miedo, mientras que afrontar el futuro con serenidad te ayudará a sentir que puedes conseguirlo.
Prepara tu mente
Ante la perspectiva de las alturas, tu mente puede sentirse predispuesta al miedo. Por eso tienes que prepararte. Siéntate en un lugar cómodo y cierra los ojos. Concéntrate en tu respiración y presta atención a la exhalación. Después, visualízate en un lugar alto, sin miedo y tranquilo, y siente cómo disfrutas de la experiencia.
De esta manera, programarás tu cerebro para una experiencia agradable y experimentarás el control que puedes ejercer sobre tus sentimientos y sensaciones gracias a la respiración consciente.
Céntrate en el destino final
Hay personas que, aun con miedo, se enfrentan a las alturas porque quieren conseguir a toda costa estar arriba. Si eres capaz de anteponer tu objetivo a tu miedo, lo que debes hacer es concentrarte en ese objetivo, y no en el miedo.
En otras ocasiones, el problema viene cuando estás arriba. ¿Qué hacer ante el bloqueo que te impide bajar? En estos casos, en el que el objetivo es llegar abajo, lo cual puede provocar vértigos, debes concentrarte en tu respiración y en cada paso, uno a uno. No pienses en “el fondo”. Siente que cada paso es un tramo que abres en el camino, que no hay nada más debajo hasta que no lo abres con tu siguiente paso.
Disfruta tu éxito
Cuando llegues, piensa en que lo has logrado. Te has superado a ti mismo. Disfruta de esa sensación de éxito y guárdala en tu mente. La próxima vez podrás recurrir a ese recuerdo, lo cual te dará fuerzas y te motivará, ya que te recordará que puedes lograrlo.
No te avergüences
No te avergüences, acepta tu miedo y comienza a trabajar para intentar eliminarlo o al menos, disminuirlo. Recuerda que el primer paso para lograr el cambio es reconocer lo que nos sucede…
“Es maravillosamente humano tener miedo.”