Entre todas las ramas del Yoga hay una que, especialmente, se centra en la relajación física, emocional y mental como método para el crecimiento personal y espiritual. Se trata del Yoga Nidra, que fue desarrollado por fue desarrollado por Swami Satyananda en los años sesenta a partir de actualizar, adaptar y sinterizar antiguas prácticas tántricas (Nyasa)
Yoga Nidra puede traducirse como “sueño psíquico”, aunque su principal característica es el estado “consciente”. La relajación se alcanza al desconectarse de la experiencia exterior (los sentidos, el cuerpo físico, la respiración, las emociones, los sentimientos y los pensamientos) llegando a un estado de interiorización (pratyahara)
En la práctica del Nidra Yoga el riesgo es quedarse dormido. Mientras la mente permanece en la frontera entre la vigilia y el sueño, desciende la tensión arterial y la temperatura corporal mientras la mente se aquieta y la consciencia deja de identificarse emocionalmente con el cuerpo y con la mente. Sólo así es posible profundizar en la consciencia y mejorar el esquema corporal, la capacidad de concentración, desarrollar la memoria, aumentar el conocimiento, la creatividad, descubrir el potencial interior, reestructurar la mente, limpiar los samskaras (impresiones mentales), etc.
Cómo empezar
Una sesión de Nidra Yoga , que puede realizada por cualquier persona (incluso enfermas y embarazadas), se comienza adoptando la postura de relajación Shavasana, tumbado boca arriba con ropa cómoda, sobre una superficie cómoda (una colchoneta, manta o alfombra), con las piernas y los brazos separados, y las palmas de las manos hacia arriba. Es recomendable taparse bien con una manta y colocar cojines debajo de la cabeza y de los talones de los pies ya que, conforme avanza la relajación, se llega a percibir con mucha intensidad el peso de estas zonas.
Para comenzar la relajación se inicia un conteo de la respiración en orden decreciente observando la respiración ya sea en las fosas nasales, en la garganta, en el pecho, etc. Se cuenta en sentido inverso: de 11 a 1, de 27 a 1, de 54 a 1 y de 108 a 1. Al superar esta etapa sin dormir se entra de lleno en el estado de sueño consciente.
Cómo terminar
La práctica del Nidra Yoga concluye lentamente dejando que la mente se vuelva receptiva a los estímulos que llegan del exterior, la percepción de la respiración, del cuerpo físico para, poco a poco, empezar a recuperar el tono muscular con pequeños movimientos que se intensifican hasta la vuelta de nuevo al estado de vigilia.
La práctica habitual del Yoga Nidra beneficia los sistemas digestivo, respiratorio, glandular y nervioso. Ayuda a identificar bloqueos, liberarse de pensamientos automáticos, limitaciones autoimpuestas a causa de antiguos traumas, obsesiones y compulsiones.