Cuando más te necesité, no estabas. Eso me destrozó y me sumió en una gran tristeza. Esperaba más de ti y me decepcionaste. ¿Será el momento de cambiar esta visión sobre mí y sobre los demás?
En muchas ocasiones hemos necesitado de alguien. Ya sea porque nos sentíamos mal, porque necesitábamos un apoyo, porque queríamos un hombro en el que llorar… Pero, ¿qué ocurre cuando en esos momentos no hay nadie? Nadie que nos brinde esa atención que requerimos. ¿Por qué, de repente, nadie puede venir a echarnos esa mano que en silencio gritamos?
“Muchas de tus tristezas inexplicables tienen una sola explicación: no quisiste como los otros necesitaban o no te quisieron como esperabas”Compartir
Seguro que has vivido en más de una ocasión una situación como esta y si no ha sido así ¡qué buena suerte! Pues no hay peor sensación que cuando más necesites a alguien, ese alguien no esté para ti…
Cuando te das cuenta de que no existes
Lo peor que nos puede ocurrir es darnos cuenta de que para alguien, para esa persona que consideramos especial, no existimos. Es una sensación muy negativa que hacen que afloren emociones de abandono, de rechazo, de no sentirnos queridos… Esto puede provocarnos una pérdida de autoestima importante.
Seguramente te sientas identificado con muchas personas que tienen carencias afectivas por este motivo. Porque no son capaces de comprender que las personas no siempre estarán contigo, que habrá un momento en tu vida en el que estarás solo. Debes interiorizar este hecho. Las personas tienen como un límite en tu vida, llegan tan solo hasta cierto punto. A partir de ese punto, tú avanzas solo.
La soledad es la única cosa que encuentras cuando no la buscasCompartir
Libérate de las ataduras
Esta sensación de abandono, de que todos te han dejado tirado, esta sensación de “solo ante el peligro” que te aborda cuando eres tú solo quien debe seguir el camino, manifiesta unas ataduras a las que te has visto aferrado desde siempre.
Desde que somos pequeños nos acostumbramos a realizar ciertas cosas con los amigos, con la familia… pero ¿y si un día nos encontramos solos? Debemos aprender a no depender de nadie para seguir nuestro camino, para hacer las cosas que queremos hacer. Toma estos consejos y tenlos siempre muy presentes:
- ¡Quiérete y valórate!: pues cuando te encuentres solo te darás cuenta de que no lo estás realmente, ¡te tienes a ti! Aprende a quererte y a no permitir que tu autoestima dependa de los demás, ni de que tu felicidad dependa del resto.
- Haz amistad con la soledad: en ocasiones pensamos que la soledad no es buena, pero esto no es así. Aprende a verla de otra manera. Podrás aprender mucho, como por ejemplo a conocerte más a ti mismo.
- No dependas de nadie para ser feliz: pues tu felicidad no debe de depender de nadie, ya que esto solamente te sume en un vaivén de emociones que te frustrarán y te harán ser completamente infeliz. Busca la felicidad en ti mismo y no en nadie más.
- Aprende a despedirte: algo a lo que no nos enseñan, pero muy necesario. Las personas entrarán en nuestra vida y también se irán, nos harán daño, nos decepcionarán… Despedirnos de ellas es algo que cuesta, pero algo que debemos aprender desde hoy mismo.
- No esperes nada de nadie: pues, en ocasiones, nuestras expectativas son demasiado elevadas con respecto a los demás y esperamos demasiado. Evita decepcionarte, no esperes nada de nadie, serás ¡mucho más feliz!
A ninguna persona dejas de importarle de la noche a la mañana y, si lo hace, es que nunca le importaste de verdadCompartir
¿Alguna vez te has encontrado en la situación de necesitar a alguien y que no esté? Aprende de estas experiencias y a eliminar de tu mente el “cuando más te necesité, no estabas”. Comprende que solo te necesitas a ti mismo. Tú nunca te fallarás a ti mismo, tú siempre estarás para ti.
No busques ninguna mano que te ayude, tienes tus pies, tus manos, tienes tu cuerpo y tu mente. Es lo único que necesitas. No dependas de nadie, ¡sé feliz! Aprende a quererte y a valorarte. Te tienes a ti mismo y es más que suficiente.
lamenteesmaravillosa.com