Cada año, cientos de toneladas de plástico se desechan en todo el mundo, poniendo en peligro innumerables ecosistemas de nuestro planeta. En los Estados Unidos, por ejemplo, sólo el 10% del plástico que se utiliza anualmente es reciclado el resto termina en rellenos sanitarios, el océano o disperso por ahí.
Es por esto que un equipo de científicos de la Universidad de Stanford en California, acaban de presentar un estudio que puede ser una solución en un futuro próximo, con el gran problema de la contaminación a raíz de sustancias contenidas en el plástico y el hecho de que puede tomar cientos de años en descomponerse.
La clave está en una pequeña larva de escarabajo conocido como gusano de la harina (Tenebrio molitor). Los investigadores encontraron que ella puede alimentarse de espuma de poliestireno o poliestireno, un plástico no biodegradable.
Según los investigadores, estos insectos son capaces de transformar el poliestireno que consumen en dióxido de carbono y la otra mitad en excremento como fragmentos descompuestos.
Por otra parte, el consumo de plástico no afecta a la salud de las larvas. Esto los convierte en una potencial arma para el reciclaje de los residuos plásticos. El secreto de estas larvas se encuentra en las bacterias que tienen en sus sistemas digestivos, capaces de descomponer el plástico.
Según los autores del estudio – que ayudaron a los expertos chinos, cuyos hallazgos fueron publicados en la revista Environmental Science and Technology – esta es la primera vez obtenido pruebas detalladas de la degradación bacteriana de plástico en el intestino de un animal.
El conocimiento exacto de cómo las bacterias en las larvas de harina hacen esta descomposición da lugar a una nueva
“Es un enfoque muy innovador para abordar el gran problema es la contaminación por plástico”, explica Anja Malawi Brandon, un estudiante de doctorado en la Universidad de Stanford, que participó en la investigación.
Se ha demostrado que el gusano de la harina puede convertir el 50% del plástico que consume en CO2, lo que es una cantidad enorme.
Las bacterias en el estómago de las larvas que hacen posible la degradación podrían ser capaces de degradar otros plásticos. Se esta investigando una forma de extraer estas bacterias y utilizarlas directamente para degradar los plásticos.
Los investigadores están convencidos de que, en la naturaleza, hay otros insectos con una capacidad similar a la del gusano de la harina. “Esperamos que este enfoque pueda convertirse en un futuro próximo en parte del sistema de gestión de residuos plásticos.”