¿Por qué les cuesta tanto a las personas comprendernos? ¿Por qué no logran entender nuestros cambios de humor? Por una sencilla razón: nadie puede ponerse en tus zapatos.
Pero, no te equivoques. Esto también te sucede a ti. Las experiencias, lo que verdaderamente vive y sufre una persona, solamente lo sabe ella misma. Aunque tú puedas entenderla, nunca llegarás al punto de vivir lo mismo que ella, de sentirlo en tus propias carnes, de ponerse en sus zapatos.
Mi camino siempre será diferente al tuyo, mis zapatos nunca serán de la misma talla que los tuyos. Nunca nadie podrá ponerse en tus zapatos al igual que yo nunca podré estar en los tuyosCompartir
Superar el dolor nos ayuda a crecer
En muchas ocasiones hemos querido facilitar o sanar el dolor que otra persona ha estado sufriendo. ¡Y qué bien nos vendría que también nos lo pudiesen hacer a nosotros! Que alguien pudiese venir y liberarnos de ese dolor que nos está haciendo completamente infelices.
Lamentablemente, esto es algo que también nos hace que vivamos las cosas por nosotros mismos, que las experimentemos en nuestras carnes para poder seguir adelante siendo personas completamente diferentes, completamente llenas de experiencias.
Cada uno de nosotros debe sufrir cuando es necesario hacerlo. Suena duro decirlo, pero pasamos por muchas experiencias negativas que nos harán llorar, que nos deprimirán, que nos harán sufrir de verdad.
Pasar por ellas, superar todo este dolor, nos permitirá crecer y avanzar. El dolor no es negativo, es un sentimiento más, dado que somos seres llenos de emociones y sentimientos.
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El dolor es único
Está claro que la gente puede tratar de comprender qué te está pasando, por qué estás sufriendo. Pero, esto que pueden comprender tan solo será una muy pequeña parte. Realmente, lo grueso de todo esto, lo estás viviendo y experimentando tú mismo.
Debes experimentar ese dolor, debes sufrirlo y poder expresarlo para poder sanar. Como dice Bernardo Stamateas “el dolor hay que agotarlo”. Si tienes que llorar hasta que ya no te queden lágrimas, hazlo. Si tiene que doler hasta que llegues a tu límite, que duela. Eso sí, estos zapatos son tuyos y nadie podrá ponerse en ellos. Tenlo bien en cuenta: nadie podrá ponerse en tus zapatos.
El dolor tiene que salir
En ocasiones intentamos disimular que estamos pasando por un mal momento, quizás en un intento de no llamar la atención o de no quererle brindar la importancia que tiene. Pero, ¿sabes qué? Tarde o temprano, todo esto sale.
Explotarás aunque no lo quieras, por mucho que reprimas te acabarás desahogando. Quizás no de la manera que tú quisieras, pero eso ha sido culpa tuya. Debes sacar ese dolor, debes permitir curar bien tu herida.
Ignorar lo que sientes no hará que se solucione el problema, tan solo lo postergarás hasta que todo caiga por su propio pesoCompartir
Si no expresas lo que sientes, si no hablas con alguien de confianza y te desahogas, tampoco puedes pretender que los demás se pongan en tus zapatos, aunque ponerse en tus zapatos es algo que solo tú podrás hacer. Nadie será consciente de lo que te está pasando si no lo cuentas, si no lo expresas. Pueden hacerse una idea, pero quizás no sea la correcta.
Aunque como ya hemos mencionado nadie podrá nunca ponerse en tus zapatos, lo cierto es que sí pueden ser prestados, pero no para vivir lo mismo que tú, sino para tener un acercamiento con lo que estás viviendo.
Está claro que no será lo mismo, pero le permitirá a los demás comprenderte y brindarte el apoyo necesario que requieras. Seguro que hay muchos hombros dispuestos a ser mojados por tus lágrimas, seguro que hay muchas manos extendidas para que cuando te caigas puedas volver a levantarte.
Comprender el dolor ayuda
Nadie podrá nunca ponerse en tus zapatos, pero sí podrán entenderte, valorar la situación por la que estás pasando. Aunque, claro está, es tu camino y tu dolor. Solo tú vas a sufrirlo, solo tú vas a superarlo.
“El dolor no es el problema, el problema son las emociones no sanadas”Compartir
Habla, expresa tu dolor, compártelo… pero no busques alivio instantáneo, pues todo tiene su propio tiempo. Busca un poco de luz en este camino que ahora vez oscuro, busca que comprendan los zapatos en los que nadie puede ponerse para vivir lo que tú estás viviendo.
Todo esto te permitirá sanar tu dolor lo antes posible. Es mejor que ignorarlo, es mejor que pretender que el tiempo lo cure, es mejor que querer que la gente se ponga en tus zapatos sin saber realmente por lo que estás pasando.
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