Simplificar es importante. Todo lo que entra en nuestra vida o en nuestra mente, por sencillo que parezca, contribuye a ese desorden físico y emocional que drena nuestro tiempo, nuestra energía y nuestra motivación. Complicarse la vida no hace de nuestras acciones más valiosas, sino que solo añade estrés y tensión.
Este desorden hace que nos sintamos abrumados, que no seamos capaces de pensar y/o entender nuestras prioridades y que no seamos podamos relajarnos para liberar el estrés. En estas condiciones también nos volvemos menos capaces de tomar decisiones adecuadas, lo que hace más probable que demos lugar a otros problemas adicionales.
“Simplificar es la mayor de las sofisticaciones.”Compartir
Simplificar puede ayudar a reducir esta tensión. Vale la pena tomarse un poco de tiempo para sacrificar de forma pro-activa el desorden de nuestras casas, de nuestros horarios y de nuestras mentes.
Ponte en contacto con tus valores
A veces, nos complicamos tanto la vida que olvidamos cuáles son realmente nuestros valores, nuestras aspiraciones, aquello que nos importa de verdad. Te sugiero que hagas una lista con los valores que consideras fundamentales y las cosas que son realmente importantes para ti.
Teniendo presente la lista, revisa todas las actividades que llenan tu día a día. Considera la posibilidad de simplificar o eliminar las actividades que no están en consonancia con tus valores y deshazte de aquellas que están en contra.
Visualiza la vida que quieres
Imagina la vida que deseas, centrándote en los deseos que ahora te parecen más difíciles de lograr. Hazlo buscando una imagen realista y emocionante. Cuando acabes, revista tu lista de actividades diarias y elimina aquellas que no aportan nada a tu visión. Piensa también aquello que necesitas incorporar.
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Enumera los beneficios de eliminar lo que sobra
A mucha gente le parece muy difícil quitarse de encima aquello que le complica la vida. Se sienten atados y alienados. Solo piensan en lo que perderán si lo hacen. Pero, ¿qué hay de los beneficios que te aportará? El tiempo y el espacio que deje lo que elimines te dejará tiempo para otras cosas y, sobre todo, te permitirá desarrollar el resto de actividades con mejores resultados.
Si has hecho bien los ejercicios anteriores, también descubrirás que pierdes mucho tiempo con la excusa de que estás estresado, de que necesitas descansar. Todas esas actividades procrastinantes también sobran, y eliminarlas te permitirá hacer cosas más productivas e interesantes para tu salud física y emocional.
Elabora un plan para ser más efectivo
Una de las cosas que más nos complica la vida es la multitarea, que no es tan efectiva como muchos piensan. Hacer muchas cosas a la vez nos complica mucho. Es mucho más efectivo simplificar las tareas haciéndolas de una en una, racionalizando y combinando las actividades.
La clave del éxito es emparejar una actividad de pensamiento intensivo con una de tipo más físico o que pueda hacerse en de forma automático. Alternando entre una y otra, la mente puede descansar y estar más fresca para la siguiente actividad.
Elabora un plan de atajos
Las cosas no tienen más valor porque las hagas de la manera más tradicional o manual. Si la tecnología puede ayudarte o contratar un servicio externo puede ahorrarte tiempo y energía, aprovéchalos.
“El tiempo no es oro, el oro no vale nada. El tiempo es vida.”Compartir
No le des a los problemas más importancia de la que tienen
¿Te has parado a pensar en que la mayoría de lo que tú consideras problemas vitales en realidad no lo son, o que la solución puede ser más sencilla de la que planteas? ¿Por qué muchas personas se empeñan en tomar el camino más tortuoso en vez del más sencillo?
La mayoría de lo que consideras un problema son algo creado por otro en función de sus propios intereses. Incluso aunque realmente tengas que solucionarlo, el mundo no se va a acabar por ello, ni se va a parar mientras lo haces. Esto se complica aún más si te empeñas en resolver todos tus problemas a la vez o buscar problemas donde nos los hay.
“Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué? Porque no espero nada de nadie, esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen solución, lo único que no se resuelve es la muerte. La vida es corta, por eso ámala, sé feliz y siempre sonríe, sólo vive intensamente. Antes de hablar, escucha. Antes de escribir, piensa. Antes de herir, siente. Antes de rendirte, intenta. Antes de morir, vive.”