Casi todo el mundo ha tenido que hablar en público alguna vez, lo cual puede convertirse en una gran fuente de estrés para las personas que no acostumbran a hacerlo. Para ofrecer una buena presentación hay que saber prepararla, ensayar previamente y conocer a la audiencia.
Hoy en día, existen muchos cursos, libros y vídeos especializados de gran ayuda. También, se pueden aprender y poner en práctica técnicas específicas que conviertan el miedo a hablar en público en un arte.
¿Por qué el miedo a hablar en público?
Según la American Psychiatric Association, 1987, la fobia social se define como un temor permanente en aquellas situaciones sociales en las que la persona se expone a la observación de los demás y, teme comportarse de una manera que puede sentir como embarazosa o humillante.
La fobia social es el segundo trastorno más tratado en la clínica (25% del total de fobias), únicamente superado por la agorafobia (Marks, 1987). Con una tasa de prevalencia del 2% de la población general, sólo una pequeña parte de los casos clínicos (alrededor del 25%) buscan ayuda terapéutica.
El miedo a hablar en público, al igual que cualquier otro temor irracional, tiene su origen en experiencias frustrantes a las que no se ha podido dar una respuesta adecuada en su momento. Acumular en el día a día experiencias positivas, es el camino para superar cualquier temor.
Estrategias para perder el miedo
Hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Ensayar la presentación, pero no demasiado. Es necesario para medir los tiempos y calcular la duración del discurso. Sin embargo, no debe parecer que está todo memorizado, lo que más gustará a la audiencia serán los momentos de espontaneidad.
- Cuidar el aspecto físico. Llevar ropa cómoda y que favorezca facilitará los movimientos en la exposición y dará mayor seguridad personal.
- Lo importante es ser uno mismo. Sin olvidar el sentido del humor, las anécdotas personales y cualquier hecho que llegue al corazón de la audiencia.
- La audiencia son amigos. Considerar al público como personas individuales no como un grupo hostil sin humanidad, y que están allí porque tienen un interés en lo que se está contando.
- El miedo a hablar en público no mata. El “miedo escénico” es absolutamente normal, pero es solo eso, miedo, no una realidad.
- Realizar ejercicios de relajación. Unos minutos antes de la presentación tratar de relajarse con ejercicios de respiraciones profundas, movimientos faciales y pequeños paseos para descargar tensiones. Por último, cerrar los ojos e imaginar que se está en un lugar ideal y seguro. Tratar de mantener esta imagen durante el discurso.
Nervios ante la audiencia a pesar de todo
Los nervios son inevitables en el momento de tener que hablar en público, sin embargo existen una serie de trucos para generar confianza y perder el miedo.
- Admitir los nervios. Al reconocer en el comienzo de la presentación que se tienen nervios, el público será más comprensivo si luego se comete algún error. Además el reconocerlo hace que el comienzo sea más relajado.
- Reinventar a la audiencia. Imaginarse que el público presente son colegas o amigos para no sentirse evaluado sino, charlando de igual a igual con amigos.
- Preparar muy bien la presentación. Al apoyar la presentación con visuales como Power Point, permite desviar las miradas del propio conferenciante y sentirse más relajado.
- Cometer errores intencionados. Cometiendo pequeños errores intencionales que la audiencia percibirá como bromas, también se sentirán confundidos si se llega a producir un error real.
- Hablar dirigiéndose a una sola persona. Centrando la atención en una sola persona del público a la vez y cambiando de persona de vez en cuando, no se sentirá tanto la impresión de hablar a una audiencia.
- Exponer opiniones personales. Las opiniones personales logran una mayor conexión con el público y uno se siente cómodo de expresar su forma de ser y pensar. Sin embargo, las opiniones deben ser preparadas muy bien.
- Buscar situaciones divertidas. Hay que innovar en cada presentación para buscar la manera de hacerla amena y si puede ser divertida ya que, es importante en la vida pasar ratos agradables.
Y por último… respiración profunda, relax y una gran sonrisa. La audiencia se contagiará y la oratoria será todo un ÉXITO.
Bibliografía: Martin. M. Anthony. Cómo superar la timidez y el miedo a hablar en público. Editorial Amat. 2007.