Átame a tu piel
Átame a tu piel de tal forma que tu corazón junto al mío, sea un sólo latido. Que tu mirar llegue a lo profundo de mi alma, en la voluptuosa marea del candente quejido.
Átame a ti, sin cadenas ni sombras, fúndeme a tu cuerpo, gobernando mi mente, yo soy un huerto de besos que siembras en el páramo arrullo de la noche incipiente.
Colaboración de Norma Pérez Jiménez México
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