Aunque hay muchas teorías sobre lo que nos motiva, lo cierto es que las personas estamos motivadas por factores tanto internos como externos. La personalidad, el autoconcepto y el tipo de tarea suelen determinar qué tipo de motivación, intrínseca o extrínsenca, es la dominante.
¿Por qué hacemos lo que hacemos? ¿Qué es lo que impulsa nuestro comportamiento? ¿Quieres sentirte más motivado para tener éxito en tu día a día? Cada comportamiento tiene una causa subyacente. Así, la comprensión de los motivadores que impulsan el comportamiento son claves para cambiar o mejorar sus resultados.
Qué es la motivación extrínseca
La motivación extrínseca se produce cuando lo que estimula que llevemos a cabo un determinado comportamiento es externo al mismo. Es decir, el factor motivador no es una consecuencia natural de la tarea.
Algunos ejemplos de este tipo de motivación son estudiar para conseguir una buena calificación y no para aprender, obedecer para evitar un castigo o represalia, hacer un trabajo para obtener un ascenso o reconocimiento o participar deporte para ganar una medalla. En la motivación extrínseca el comportamiento es motivado por el deseo de obtener algo deseado o evitar un resultado adverso.
Qué es la motivación intrínseca
La motivación intrínseca implica la participación en el comportamiento, ya que es gratificante. Es decir, la motivación intrínseca implica la realización de una actividad por sí misma y no el deseo de una recompensa externa.
Cuál es mejor, la motivación intrínseca o la extrínseca
La principal diferencia entre los dos tipos de motivación es que la extrínseca surge desde fuera de la persona y la intrínseca surge de la propia tarea. Esto no significa que la motivación extrínseca sea peor que la intrínseca. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunos factores importantes, especialmente cuando se trata de motivar a otros.
Los investigadores han encontrado que los dos tipos de motivación puede diferir en eficacia de las personas. Algunos estudios han demostrado que el exceso de recompensas externas excesivas para un comportamiento ya internamente gratificante puede conducir a una reducción en la intrínseca. Este fenómeno se denomina efecto de sobrejustificación.
Sin embargo, la motivación extrínseca puede ser beneficiosa en algunas situaciones. Por ejemplo, las recompensas externas pueden provocar el interés por participar en algo en lo que el individuo no tenía ningún interés inicial. Además, las recompensas extrínsecas pueden ser utilizadas para motivar a otros a adquirir nuevas habilidades o conocimientos. Una vez que estas habilidades tempranas han sido aprendidas, las personas pueden evolucionar hacia una motivación intrínseca para seguir con el desarrollo de la actividad.
Las recompensas externas también pueden ser una fuente importante de información, permitiendo que las personas sepan cuando han alcanzado el nivel de rendimiento requerido, han superado la media o han alcanzado el nivel que se esperaba de ellas.
Aunque la mayoría de los especialistas sugiere que la intrínseca es mejor, no siempre es posible. En algunos casos, la gente simplemente no tienen ningún deseo interno de participar en una actividad. Por otra parte, aunque el exceso de recompensa puede ser problemático, cuando se usan apropiadamente pueden ser una herramienta útil.
El papel de las recompensas
Los investigadores han llegado a tres conclusiones con respecto a las recompensas extrínsecas y su influencia en la motivación intrínseca. En primer lugar, cabe destacar que las recompensas externas inesperadas normalmente no disminuyen la motivación intrínseca. Por ejemplo, si un estudiante obtiene una buena calificación en un examen porque disfrutas aprendiendo sobre el tema y recibes una gratificación del tipo que sea, su motivación por aprender no se verá afectada.
Una segunda conclusión que comparten la mayoría de expertos es que los elogios -reconocimiento social- pueden ayudar a aumentar la motivación interna. Los investigadores han encontrado que el reconocimiento social y el feedback positivo, cuando el rendimiento de alguien supera el de la media, puede aumentar la motivación intrínseca. Otro tipo de motivadores extrínsecos, como pueden ser lo materiales, pueden disminuir la motivación intrínseca cuando ya de por sí esta es alta.
Por último, cabe destacar que la motivación extrínseca y la motivación intrínseca también pueden desempeñar un papel importante en la configuración de aprendizaje. Algunos expertos sostienen que el énfasis tradicional en las recompensas externas reduce cualquier motivación intrínseca que los estudiantes puedan tener. Otros sugieren que estos motivadores extrínsecos ayudan a los estudiantes a sentirse más competentes en el aula, mejorando así la intrínseca.
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