Correr riesgos es algo necesario para poder alcanzar nuestras metas y trasformarnos poco a poco en alguien muy parecido a nuestro ideal. Pero, ¿no te ocurre que la palabra “riesgo” inmediatamente te produce un gran rechazo? No estamos acostumbrados a correr riesgos, sino a evitarlos y protegernos frente de ellos.
Es algo completamente normal. Si podemos, siempre buscamos la forma más fácil y segura para alcanzar todo lo que nos proponemos, pero esto ¿acaso no es un síntoma de debilidad? Querer que todo sea tan fácil no es bueno, el resultado no será tan satisfactorio.
“El que no es lo suficientemente valiente para tomar riesgos, no va a lograr nada en la vida.”Compartir
El miedo a cometer errores
Esto es algo que todavía nos cuesta superar, porque parece que aún continuamos anclados en que cometer errores es algo de lo que deberíamos avergonzarnos, algo de lo que deberíamos huir siempre que nos fuera posible. Pero, siempre reiterándonos en lo mismo, cometer errores es algo esencial para poder aprender, saber dónde fallamos, rectificar y seguir adelante con nuestros propósitos. ¿Tienes miedo? Por supuesto, pero todo miedo hay que vencerlo.
No podemos seguir con la falsa creencia de que los errores nos hacen débiles, nos hacen poco capaces, nos imposibilitan para querer lograr lo que queremos. No hay nada más lejos de la realidad, pues los errores nos permiten alcanzar todo lo que deseamos, aunque no lo veamos así.
“Libérate de la obligación de ser perfecto, tienes derecho a cometer errores, tantos como necesites para ir aprendiendo las lecciones de la vida”Compartir
Comete riesgos ¡y errarás! Pero esto te permitirá ver en qué estás fallando, poder corregirlo y seguir creciendo. ¿Cómo has aprendido a andar? Cayendo… ¿Cómo has aprendido a leer? Cometiendo fallos… No hay nada fácil y sin riesgos nunca habrá aciertos.
Imagínate que corres un gran riesgo para sacar un negocio adelante o estudiar aquello que siempre has querido. Hay cosas que cuesta llevarlas a cabo, porque hacerlo supone un verdadero sacrificio. Pero, ¿correr riesgos significa que todo va a ir bien?
Correr riesgos no siempre va a dar como resultado algo positivo, pero sí la satisfacción de haberlo intentado y descartar un camino que creías era el correcto para seguir. Aunque falles, aunque te veas en una encrucijada, no te preocupes. Has tomado la mejor de las elecciones.
Piensa que sin riesgos tampoco puedes conocer dónde están tus límites. Nadie nace sabiendo qué es lo que se le da bien, qué es lo que se le da mal, cuáles son sus puntos débiles… Nadie lo sabe, sino que se aprende cometiendo errores y arriesgándose.
“Volar es un arte; o más bien un truco. El truco consiste en aprender a tirarse al suelo y fallar”Compartir
Aunque te arriesgues y falles, no te amedrentes para poder continuar asumiendo riesgos una y otra vez. Piensa en la emoción de llevar a cabo ese riesgo. ¿Qué sale mal? No pasa nada. Levántate y opta por otra posibilidad. La vida está llena de ellas, los límites solamente te los pones tú.
¿Y si sale bien?
Esta es otra de las muchas opciones. Imagínate la cantidad de riesgos que toman muchas personas y les sale realmente bien. ¿De verdad podrás vivir con la incertidumbre del “y si…”? Correr riesgos te permitirá descartar opciones que de otra manera quedarán en tu mente como una oportunidad perdida.
En ocasiones, no somos conscientes de que a veces para ganar hay que perder. Vivimos con el miedo a enfrentarnos a nuestros propios sueños porque no creemos en nosotros mismos. ¿Tienes algo que perder? Corre riesgos y aprende a ver tus metas como algo que si quieres puedes alcanzar.
Nada viene solo, piensa que por todo hay que luchar. El problema viene con los miedos que nos hacen acabar nuestra vida arrepintiéndonos por todo aquello que no hemos hecho y queríamos hacer. Seguro que tú no quieres eso.
No dejes de pensar en tu meta
En tu mente solo debe haber una cosa clara: tu meta. Después, si tienes que arriesgarte ¡hazlo!, si tiene que salir mal ¡que así sea! Pero, piensa que también puede salir bien, pero eso tú no lo puedes saber hasta que no lo intentes.
Empieza hoy mismo a arriesgarte por lo que verdaderamente quieres, sin tenerle miedo a nada, sin tenerte miedo a ti mismo y a los errores que puedas cometer. La vida está llena de ellos, pero te permiten crecer y aprender. Comete errores, corre riesgos, vive…
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