Las personas con autoestima baja no tienen necesariamente que verse inútiles o malas, pero sí que rara vez se dicen algo bueno a sí mismas. Esto, como es obvio, tiene un alto coste vital, pues coexistirá con infelicidad y desesperación.
Al escuchar la historia de personas con autoestima baja encontramos precisamente la infelicidad, la frustración y la desesperación como principales dificultades en la vida. Esto tiene como base un desajuste o una dificultad en la autoaceptación y la autoestima.
Por esta razón es muy importante examinar cómo nos sentimos respecto a nosotros mismos, pues la relación entre la autoestima baja y los problemas personales es muy alta y se manifiesta de muchas maneras. Veamos más sobre esto
Me siento y me pienso pero no consigo quererme, ¿tengo autoestima baja?
Una autoestima baja es sinónimo de un pobre afecto sobre la imagen que uno proyecta de sí mismo. Es decir, que ante la idea de quién es y cómo es, una persona con autoestima baja se desaprueba, se devalúa y siente desagrado.
Muchas veces quienes son poseedores de una autoestima baja tienden a sentir dolor por el rechazo social anticipado (véase la frase que encabeza el artículo), ansiedad por no llegar a ser lo que querrían ser y enorme tristeza por no cumplir las expectativas.Compartir
En este sentido, la evaluación de la autoestima no es tarea fácil, pues los estudiosos del tema aún no se han puesto de acuerdo en cómo reflejar las distintas formas en las que se plantea este constructo. De todas maneras, gran parte de los instrumentos con los que contamos hoy en día evalúan la autoestima de manera directa e autoinformada.
No obstante, aquí vamos a acercar el lector una de las escalas más utilizadas para medir la autoestima, la Escala de autoestima Rosenberg (adaptada y validada en español por Martin Albo y colaboradores en el 2007).
Así, si te interesa tener una visión breve sobre tu autoestima, puedes hacerlo rápidamente a través de la respuesta sincera a 10 sencillas frases.
Las 5 primeras frases se deben valorar en estos términos 4 (muy de acuerdo), 3 (de acuerdo), 2 (en desacuerdo) y 1 (nada de acuerdo).
- En general, estoy satisfecho conmigo mismo y creo que soy una persona digna de aprecio.
- A veces pienso que no soy bueno en nada.
- Tengo la sensación de que poseo algunas buenas cualidades.
- Soy capaz de hacer las cosas tan bien como la mayoría de las personas.
- Siento que no tengo demasiadas cosas de las que sentirme orgulloso.
Las 5 primeras frases que siguen se deben valorar en estos términos 4 (muy en desacuerdo), 3 (en desacuerdo), 2 (de acuerdo) y 1 (muy de acuerdo).
- A veces me siento realmente inútil.
- Tengo la sensación de que soy una persona de valía, al menos igual que la mayoría de la gente.
- Ojalá me respetara más a mí mismo.
- En términos generales tiendo a pensar que soy un fracasado.
- A veces creo que no soy buena persona.
Ahora suma tu puntuación y valórala conforme a este criterio:
- De 30 a 40 puntos: Autoestima elevada. Considerada como una autoestima normal y sana.
- De 26 a 29 puntos: Autoestima media. No son problemas de autoestima graves pero es conveniente mejorarla.
- Menos de 25 puntos: Autoestima baja. Existen problemas significativos de autoestima.
El perfil psicológico de una persona con baja autoestima
A la hora de valorar el perfil psicológico de una persona con baja autoestima deberíamos preguntarnos si esa persona experimenta un rechazo extremo hacia sí misma o es una mera distorsión de sus cualidades y capacidades que le obliga a focalizar solo sobre las negativas.
No obstante, se ha evidenciado que las personas con baja autoestima necesitan pensar sobre sí mismas de manera positiva, así como de valorarse con buenas palabras. Lo que ocurre es que cuando algo amenaza su sensación de valía, encuentran pocas razones para atender y resaltar los aspectos positivos que les caracterizan.
Veamos algo más sobre su discurso:
- Las personas con baja autoestima tienden a describirse de manera muy difusa y poco comprometida. Es habitual que se haga en términos de “me considero algo simpático o simpática”, “medianamente trabajador o trabajadora”, etc.
- Tienden a sentirse más responsables de los malos acontecimientos de lo que realmente son. Del mismo modo, cuando les sucede algo positivo, no lo creen tan relacionado como está con sus características y su comportamiento.
- Las personas con baja autoestima tienden a comprometerse en objetivos mal definidos o excesivamente elevados de manera que piensan que “tienen que conseguir absolutamente todo lo que se proponen”.
- Cuentan con menos habilidades de afrontamiento y a veces incluso se boicotean en la consecución de sus logros. Esto contribuye a perpetuar la visión negativa que tienen de sí mismas.
Como vemos, la autoestima baja es una carencia en el afecto que sentimos por nuestro autoconcepto que nosotros mismos retroalimentamos. En este sentido debemos evitar compararnos con otras personas, trabajar por transformar lo negativo en positivo y elaborar una estrategia personal que nos permita visualizarnos de manera positiva. En el caso de que nuestro caso resulte muy doloroso debemos consultar con un psicólogo especialista cuanto antes.
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