A la hora de llevar a cabo un sano desarrollo personal, uno de los principales pilares que tenemos que cuidar inevitablemente es nuestro entorno: aquellas personas que deberían generar en nuestro corazón emociones positivas y buenos valores. Sin embargo, desgraciadamente no todas las personas de este entorno nos aportan experiencias positivas y lo cierto es que habitualmente entre ellas se esconden vampiros emocionales.
Los amigos que nos transmiten buenas sensaciones nos conducen a desear juntarnos con ellos ya que no nos suponen barreras ni conflictos personales a la hora de tratarles. Pero es inevitable encontrarnos, al menos en algún momento de nuestro nuestro aprendizaje, con el lado opuesto: personas que tienden a debilitar nuestro estado emocional.
Las razones por las cuales los vampiros emocionales hacen florecer las malas sensaciones en nosotros son muy variadas. Hoy te contaré cuales son las 4 personalidades vampíricas y sus principales características. Asi podrás descubrirlas, propiciando el llevar a cabo un positivo crecimiento personal en tu día a día.
“Prefiero unos pocos allegados a las malas compañías; pero deben saber ir y venir oportunamente. “Compartir
¿Cómo es la relación con los vampiros emocionales?
Dos conceptos son característicos dentro del comportamiento habitual de los vampiros emocionales. El principal es el tiempo, ya que para poder acercarse a la persona con la que desean crear un vínculo los vampiros emocionales necesitan constancia y ganarse su confianza. En el momento en el que gozan de su simpatía comienzan a poner en juego el segundo concepto: la proximidad. Comienzan a sacar provecho de los puntos sensibles del otro y emplearlos a su beneficio.
De ahí que no podamos gozar una buena calidad existencial cuando en nuestro círculo de confianza se encuentra una personalidad característica de los vampiros emocionales. Puede tratarse de un amigo, un familiar o incluso tu pareja. Es cierto que cuanta más confianza y proximidad existe en la relación con un vampiro emocional, más complicado es superar y combatir los efectos negativos emocionales que nos puede generar.
El vampiro emocional con personalidad negativa tiene como principal cometido hacerte sentir “inferior a él o ella”. Para ello, todo lo que tenga que ver o provenga de ti lo compartirá como algo negativo, poniendo pegas y barreras en todo momento. Una frase característica por su parte será “no sabes hacer las cosas bien”. También se suelen mostrar contrarios y en oposición a tus opiniones personales, aunque sea consciente de que no tiene razón.
El inconveniente más importante es que si pones en duda la forma de actuar de un vampiro emocional con personalidad negativa seguramente se justifique diciendo que solo “busca lo mejor para ti“. Después de un tiempo cerca de esta persona, te percatarás de que constantemente su forma de expresarse se basa en críticas negativas.
Personalidad víctima
El vampiro emocional de personalidad de víctima no dejará de quejarse con que todo lo que le sucede es negativo en su día a día. El vocabulario de los vampiros emocionales y su forma de verbalizar se construye bajo quejas y miedos injustificados constantes. Aunque las cosas le surjan de forma positiva, siempre tiene algo poco positivo que decir. De esta forma construye sus propios motivos para quejarse y hacerse la víctima contigo.
Un rasgo básico a tener en cuenta cuando hablamos de una persona victimista es que es complicado encontrar en ellos un sano apoyo emocional, ya que siempre le darán más importancia a su mundo y problemas por encima de los tuyos. Además, no tomará tiempo en escucharte y centrarse en qué te ocurre. Mucho menos ofrecerte una ayuda incondicional en caso de necesitarla.
Personalidad no empática
A la hora de hablar de vampiros emocionales, estaremos hablando del estado de “no empatía”. La empatía es un componente esencial de la inteligencia interpersonal, término creado por Howard Gardner, con el que nos referimos a la habilidad cognitiva de una persona para comprender el universo emocional de otra.
Una personalidad vampírica, dentro de sus relaciones, nos muestra que no tiene empatía debido a la acción de gestos egoístas, sin pensar si generará malestar o cualquier sentimiento negativo en su compañero. Los vampiros emocionales en ningún momento pretenderán ponerse en la situación y piel del otro, adoptando una actitud que posiblemente les lleven a eliminar de su rutina el optimismo.
Personalidad melancólica y violenta
Como te comentaba anteriormente, las acciones y gestos de los vampiros emocionales se basan en ver el mundo con el vaso medio vacío, en lugar de medio lleno. A cualquier situación les buscarán el lado poco positivo y en todo momento se mostrarán reacios a nuevas alternativas. Suelen ser personas difíciles de convencer, que en todo momento te intentarán transladar su credo vital de “la vida no vale la pena”.
Su propio término “vampírico” nos lo indica. Suelen tratarse de personas que al tener escasa empatía no les es complicado mostrarse sensibles antes los demás, llevando a cabo gestos violentos sin ninguna razón. Su estados emocionales básicos sobre los que construyen su día a día son el enfado, la ira y la soberbia.
“Prefiero unos pocos allegados a las malas compañías. Pero deben saber ir y venir oportunamente”.