Todos los padres anhelamos esos momentos de conexión con nuestros hijos que hacen que nuestros corazones se derritan. Para ti, como padre o madre, es fundamental conectar ellos. Además, recuerda que esta conexión es tan esencial tanto ti como para ellos.
La conexión entre padres e hijos es la base para una crianza sólida, coherente, basada en el amor y en el respeto. Es también la razón por la que los hijos aceptan las reglas y consejos de sus padres. Los niños que se sienten fuertemente conectados a sus padres quieren cooperar con ellos, lo que les lleva a confiar en ellos para saber qué es lo que más les conviene.
Educar a un niño y crear una familia feliz es una cuestión de conexión y no de corrección.Compartir
Sin embargo, a medida que los hijos crecen puede ser un poco más difícil establecer esa conexión. El entorno, el desarrollo de la propia personalidad y la búsqueda de sus propios intereses puede hacer tambalear relaciones poco sólidas. A algunos padres el miedo a no conseguirlo les paraliza, incluso cuando sus hijos son todavía pequeños. Entonces, ¿qué puedes hacer para conectar más y mejor con tus hijos? Lo vemos a continuación.
La forma más sencilla de conectar con sus hijos es hablar con ellos. Así de simple. La clave es no olvidar que la comunicación es una vía de doble sentido, en la que dos personas intercambian información. Mientras una habla la otra escucha y luego se intercambian los papeles para crear retroalimentación.
¿Sientes que tus hijos no te escuchan? Pregúntate entonces si tú les escuchas a ellos, si los escuchaste y les dejaste hablar cuando eran más pequeños, si sientes un interés genuino y auténtico por lo que tienen que decir, si les dejas libertad para expresarse. Si no lo haces, empieza por ahí, predicando con el ejemplo. No les reclames lo que no les das.
No olvides que, además de escuchar a tus hijos, tienes que poder recordar lo que dicen. No se trata de dejarles hablar, sino de escuchar con interés e invitarles a seguir hablando preguntándoles sobre lo que acaba de decir. Es importante que tu hijo sepa que te importa lo que dice, que te preocupas por lo que le pasa, aunque lo que te está contando te parezca lo más absurdo y simple del mundo.
Muestra interés por sus intereses
A veces, hablar no funciona para todos los niños. Es posible que tu hijo se haya puesto en guardia y no se de cuenta de que tu deseo es ayudarle. En este caso, una buena idea puede ser pensar en hacer algo más juntos. Pero no cualquier cosa, sino algo por lo que tu hijo muestre un verdadero interés.
En general, mostrar interés por lo que tu hijo se sienta motivado te permitirá tener una vía de conexión alternativa y lo mantendrá de tu lado. No solo se trata de respetar sus gustos, sino de intentar compartirlos, conocerlos. Dale la oportunidad de que desate su pasión por algo contigo, aunque a ti no te guste o no te parezca bien.
Comparte tus pasiones con tu hijos
No solo es tu hijo quien debe abrirse para crear conexión con sus padres. Si como padre no estás dispuesto a mostrarle quién eres y a compartir con él tus pasiones no puedes pretender que él haga lo mismo.
No pongas como excusa que necesitas tiempo para ti, que ese es tu espacio personal. Llegará un día en que tu hijo también necesite su espacio y su tiempo y no querrá compartirlo contigo. Si no le dejas entrar no esperes que él te deje entrar a ti o que te hable sobre ello, no le reclames que fue a buscar fuera lo que no encontró dentro.
No utilices la culpa como un arma
Hacer sentir culpables a tus hijos por no querer estar contigo es una estrategia cobarde para controlarlos y dominarlos. Con la culpabilidad solo conseguirás una conexión aparente y que tu hijo finja lo que le pides. Además, les estarás diciendo que generar culpa puede ser un medio válido para conseguir un fin. Cuando, ¿de verdad quieres que aprendan esto?
Jugar al juego de la culpa no te permitirá conocer a tus hijos, pues solo te mostrará la cara que quieres ver.lamenteesmaravillosa.com