Un hombre sabio que fue capaz de visitar y conocer los más íntimos rincones del alma humana dijo que “es más sencillo obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada” Su nombre es William Shakespeare. Por eso hoy versamos sobre la sonrisa y su capacidad para contagiar alegría y buenas vibraciones.
William Shakespeare produjo a lo largo de su vida una extensa obra, capaz de provocar todo el arco iris de emociones que el ser humano es capaz de sentir. Desde la comedia hasta la tragedia más profunda, la inquieta pluma del autor es capaz de sacar a relucir la sonrisa de la mente más torturada.
No es casualidad que comencemos esta disertación sobre la alegría que una simple sonrisa es capaz de transmitir aludiendo a uno de los autores más célebres. Sus obras inmortales nos han hecho reír durante siglos. ¿Quién mejor que él para introducirnos en este singular mundo?
La sonrisa es una mueca facial que esgrime todo rostro cuando algo le resulta simpático, alegre o divertido. Es decir, que podría considerarse como el retrato de una emoción o un estado agradable que nos produce un bienestar transitorio.
“La sonrisa es el idioma general de los hombres inteligentes. Sólo son tristes los tontos y los delincuentes”Compartir
La sonrisa tiene un componente físico, como es lógico, pues para que se forme en los labios de cualquier persona necesita poner en marcha un mecanismo compuesto de uno total de 26 músculos. Si consideramos que en el rostro tenemos un total de 43 y para enfadarse hacen falta la friolera de 62, pues entran en juego otros más allá de los meramente faciales. Así, se puede concluir que sonreír no es complicado o al menos requiere de menos energía que enfadarse.
Si hablamos de la sonrisa, podemos pensar en algunas que se han hecho célebres a lo largo de la historia, gracias a la cultura especialmente. Seres torturados como el Joker, enemigo mortal de Batman, o la archiconocida Mona Lisa de Leonardo Da Vinci son buenos ejemplos del diferente significado que puede tener una sonrisa.
Esto es algo necesario, ya que según ciertos estudios, los niños son capaces de sonreír 400 veces al día. Este número va decreciendo casi de forma proporcional a la edad, de manera que los adultos como promedio solamente sonreímos 20 veces al día. Claro, que es un promedio, todos conocemos a esa persona que no sonríen ni aunque le cuenten el peor chiste del mundo o aquella que encuentra un motivo para manifestarla prácticamente al doblar cada esquina.
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Los beneficios de la sonrisa para ser más alegres
Por tanto, desde La Mente es Maravillosa reivindicamos la sonrisa como factor determinante para ser más alegres y felices en nuestro día a día. Por eso vamos a comentar una serie de beneficios que esta práctica conlleva para el ser humano:
- La sonrisa es interpretada por el cerebro como un estado de alegría e incluso segrega sustancias, como la serotonina, que contagian el ambiente. El mismo Charles Darwin descubrió que la retroalimentación facial es positiva para el propio organismo, pues produce estados de optimismo.
- Una sonrisa produce un estado de positivismo en tu entorno. Así pues, al ejercerla tu cerebro, además de enviar señales a tu propio organismo para virar hacia el optimismo, también lo hace hacia las personas que están a tu alrededor, provocando un ambiente de confianza y cercanía social más alegre y distendido.
- Según algunos estudios, el cerebro humano aboga por confiar más en aquellas personas con las que cooperan que son sonrientes. Esto se debe a que nuestra propia mente tiene tendencia a acercarse a aquellas personas que desprenden alegría, pues son más amistosas.
- Es un hecho probado que bajo condiciones de estrés, el ser humano reduce su visión periférica, minimizando en realidad su capacidad para encontrar soluciones. Sin embargo, el pensamiento abstracto es mucho más eficiente en este estado de ánimo bajo presión. Según algunos estudios, las personas sonrientes tienden a perder menos visión periférica frente al estrés obteniendo mejores resultados en la resolución de problemas.
- La sonrisa libera serotonina y endorfinas, que son analgésicos naturales de nuestro organismo. Así mismo, está íntimamente relacionada con la reducción de hormonas que provocan estrés como la dopamina o la adrenalina. Es decir, que una sonrisa te permite vivir mejor, más alegre y feliz.
¿Has comprobado alguna vez lo mucho que se consigue con la sonrisa? Ponlo en práctica en este mismo momento. Es realmente revelador cómo se amplia el mundo ante ti, pareciendo todo mucho más alegre, colorido y agradable.
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