La Injusticia
La conmovedora historia de un hombre, encarcelado
injustamente, que tiene la capacidad de visualizar
en la injusticia, un motivo para continuar y ser mejor...
Ella, su madre, contemplaba con infinita
tristeza a su hijo, era día de visita y a los
reos se les permitía una breve entrevista,
el hombre maduro, detenido injustamente,
tenía ya varios meses en la cárcel, era una
celda inmunda llena de ratas, moscos, arañas,
sin ventanas con un calor agobiante y
húmedo, ella veía ahora a un hombre que
día a día se deterioraba más, los colores
se le habían escapado del rostro, la piel
mostraba erupciones purulentas, pero la
más profunda herida era la injusticia que
lo sumergía en una profunda depresión y
en ese momento frente a frente con el
ser que más amaba, él exclamó:
- ¿Por qué? ¿Por qué yo?
A lo que ella simplemente y en
tono de consuelo contestó:
- Así lo quiere DIOS
Y su hijo respondió:
- ¿Acaso DIOS desea el mal, la injusticia y
el sufrimiento de sus hijos? No madre, así no es, s
i algo me lastima profundamente es ver sufrir
a mis hijos como seguramente tú ahora lo sientes.
Creo sinceramente que DIOS sufre conmigo, y
su dolor ha de ser tan profundo no sólo por
mí que soy solamente uno más entre millones
de víctimas de la injusticia y la maldad que es
obra exclusiva de seres humanos depravados
y sin valores.
El mal existe para que surjan guerreros que
venciéndolos nos lleven a un mundo más humano
y justo, creo madre que debemos pedir
perdón a DIOS pues con el también cometemos
la misma injusticia que han hecho
conmigo, él nunca tiene ninguna responsabilidad
de lo que a mí me sucedió, esto es obra de
los seres humanos, no de DIOS.
El infierno existe y está en las cárceles, en los
asilos de viejos abandonados, en los leprosarios,
en los muladares en donde se violan a seres
inocentes, en tugurios donde se drogan hasta
convertirse en masas babeantes y sin razón,
cuando existen niños que por no tener unos
cuantos centavos se quedan ciegos para
siempre; sí, existe el infierno, en la guerra
fratricida, en la mutilación de seres humanos,
cuando una madre sin sentido abandona a sus
hijos, cuando un depravado viola a un
pequeño; sí, el infierno existe y lo más
impresionante es que lo hemos creado
los propios hombres y mujeres sin
escrúpulos, por ambiciones y codicias
bastardas y como nosotros lo hemos creado s
olamente a nosotros corresponde destruirlo.
El mal nos debe impulsar a la evolución,
nos muestra nuestras propias equivocaciones,
así el mundo ha avanzado venciendo el
absurdo que los seres humanos hemos creado.
¿Por qué yo?
Te pregunté hace un momento y creo
que encontré la respuesta; para que esta
amarga experiencia se convierta en fuerza,
la adversidad en aliento, lo negativo
en positivo... Está en mí, la decisión de
convertirme desde ahora en un guerrero
de luz para contribuir a que los infiernos
desaparezcan y aportar mi vida para
construir un mañana en que la justicia
y la bondad sean las estrellas que conduzcan
nuestro existir, entregando a DIOS al momento
de morir mi pequeña contribución en la
grandeza de su creación...
“Tal vez tú no te encuentras en esta cruda
situación, pero con seguridad atraviesas varias
pruebas en tu vida que te hacen daño, depende
de tu actitud para que puedas convertir
la injusticia en un motivo para continuar y ser mejor.
La circunstancia de hoy no debe determinar tu
futuro, tienes la opción de decidir y convertir
el daño y la injusticia, en los impulsores d
e tu Triunfo..."