Estamos juntos pero cada uno tenemos nuestro espacio, tenemos sueños en común, cerramos los ojos para vivirlos y luchamos cada día para que sean realidad. Hemos aprendido a ser honestos y a respetarnos, a decirnos la verdad, a saber que estamos juntos siendo dos y no uno.
Sabemos que los besos y los abrazos, un mensaje a media mañana o un café preparado para desayunar, nos unen. Hemos aprendido a hablar siempre que algo nos preocupa y a decir todo lo que pensamos con amor y delicadeza, disfrutamos en la cama el uno del otro y nos demostramos mutuamente el deseo y el cariño que sentimos.
“Quédate con un amor que te dé respuestas y no problemas. Seguridad y no temor. Confianza y no más dudas.”Compartir
Pero, sobre todas las cosas, la vida nos ha enseñado que estar juntos no significa pertenecer a otra persona o que una persona nos pertenezca, tener pareja no quiere decir que dejemos todo lo que nos gusta y a las personas que nos importan de lado para centrarnos en esa pareja. Cuando decimos que estamos juntos, significa que tenemos un espacio compartido y otro propio.
Admiramos a las parejas que siguen juntas después de mucho tiempo y deseamos descubrir el secreto de esa unión. Lo cierto es que la mayoría de nosotros, al final, lo que buscamos es amar y ser amados, pero pasamos de una relación a otra con el corazón roto y sin haber aprendido la lección.
“Lo que me gusta de tu cuerpo es el sexo. Lo que me gusta de tu sexo es la boca. Lo que me gusta de tu boca es la lengua. Lo que me gusta de tu lengua es la palabra.”Compartir
Para averiguar los secretos de los matrimonios con éxito y los errores de las parejas que fracasan, un grupo de investigadores de The Open University entrevistó a 4.494 británicos de entre 18 y 65 años y analizó a fondo a 50 parejas (la mitad con hijos).
La respuestas más comunes entre los participantes fueron las siguientes: reír juntos, compartir valores e intereses, ser los mejores amigos, ser cuidadosos y sentirse apoyados, sentirse seguros, ser felices, la confianza, compartir una relación cercana, hablar y escuchar y estar enamorado y/o ser amado.
La importancia de tener nuestro propio espacio
Muchas personas piensan que las verdaderas parejas deben hacer todo en común y que la felicidad reside en no separarse en ningún momento y compartir el espacio cada instante. Pero, la realidad nos demuestra que necesitamos nuestros momentos de soledad o de individualidad, nuestro espacio privado dentro de la propia relación.
Para una relación de pareja plena y feliz, se recomienda que uno disfrute de un tiempo y de un espacio propio. Esto no quiere decir que vivan vidas completamente diferentes, sino que se trata de buscar momentos lejos del otro para hacer actividades que nos gusten, ir de compras, hacer deporte, quedar con amigos, viajar.
En el momento en que dejamos de hacer aquello que nos identifica, aquello que forma parte de nuestro espacio personal, dejaremos de ser nosotros mismos. Si tu pareja no te permite ver a tus amistades o practicar tus aficiones, antes o después te sentirás frustrado/a y tu autoestima se reducirá.
A veces, nos resulta complicado confiar en la otra persona. Sin embargo, permitir que tu pareja tenga sus momentos con otras personas, sus momentos de soledad, animarla para que crezca como persona, es muestra de un amor profundo y de una confianza necesaria en toda relación.
“Amar es sufrir. Para evitar el sufrimiento se debe no amar. Pero entonces se sufre por no amar. Luego, amar es sufrir, y no amar es sufrir. Sufrir es sufrir. Ser feliz es amar. Ser feliz es, por tanto, sufrir. Pero sufrir hace que uno no sea feliz. Así, para no ser feliz, se debe amar, o amar para sufrir, o sufrir de demasiada felicidad. Espero que estéis tomando nota.”Compartirlalmenteesmaravillosa.com