Tener la piel surcada por arrugas no es el final ni aún menos la derrota de la juventud, sino el símbolo de una vida vivida. Si durante esa aventura contamos además con un compañero del alma, ese viaje merecerá la pena. Porque hay amores que a pesar de las arrugas se siguen buscando con la mirada y porque, aunque no lo creamos, hay pasiones que duran para siempre.
Los expertos en relaciones de pareja nos explican que el secreto de estos “amores imperecederos”, estarían sustentados por tres componentes clave: el compromiso, el deseo sexual y ese apego saludable donde hay una clara necesidad por compartir cosas, experiencias y un proyecto en común. Todo ello hace que no importe demasiado el paso del tiempo, siempre y cuando tengamos a esa persona a nuestro lado.
La vida y el tiempo nos dejan arrugas en la piel, es algo inevitable, pero si no la vivimos con amor, con pasión e intensidad, se nos arrugará el alma.Compartir
Helen Fisher, en su libro “Por qué amamos, naturaleza y química del amor romántico” nos comenta que el amor es como una tarta de chocolate. No basta con conocer sus ingredientes, hay que probarlo para saber si nos va a gustar o no. Una relación requiere por encima de todo que dos personas “se lancen” al vacío para iniciar ese proyecto, y aunque las estadísticas nos dicen que casi en el 50% de los casos puede fracasar, en ocasiones, ese amor se vuelve eterno…
Cuando las arrugas nos sorprenden sintiendo aún la misma pasión
Para algunos la imagen de la ancianidad y la pasión, la de la llegada de la madurez avanzada junto al mismo amor de juventud, les puede parecer poco más que un imposible. Sin embargo, son muchas las parejas que llegan a esa etapa de la mano, y no por costumbre u obligación. Sus corazones siguen encendiéndose, a pesar de las arrugas, de las dificultades y las rutinas.
- En una relación duradera existe una necesidad emocional de estar junto al ser amado. A través de resonancias magnéticas ha podido comprobarse que las parejas más estables y enamoradas presentan una mayor activación de ciertas estructuras pertenecientes a nuestro cerebro “más primitivo”.
- El amor apasionado puede pasar a una fase más relajada en la que se refuerza la complicidad. Una etapa donde siempre existe el placer de la intimidad y ese apego del uno por el otro basado en el respeto y la reciprocidad.
- Las parejas que llegan a la ancianidad y a las arrugas con el mismo cariño, creen en su amor. Es mas, “creen en el amor romántico” y lo practican a través de los detalles, de la atención y el cuidado mutuo.
La psicología de los amores que perduran en el tiempo
Todos nosotros conocemos a alguna pareja anciana que nos llena de admiración y que, de algún modo, nos permite confiar en que verdaderamente existen esos amores que perduran en el tiempo. Que son eternos, que son auténticos…
La belleza siempre se arruga, pero el amor, como los buenos perfumes se contienen en el corazón de quienes se siguen mirando con la juventud y el cariño de antaño…Compartir
La psicología, la antropología y la ciencia en general se han interesado desde siempre en conocer qué componentes son los que edifican este tipo de relaciones que no solo son duraderas, sino también felices. En el 2012, Universidad Stony Brook de Nueva York, se llevó a cabo un interesante estudio donde se definieron una serie de claves muy interesantes que te revelamos a continuación.
Los secretos de las parejas que logran mantener vivo el amor cada día
Ya sabemos que los tres ingredientes que alimentan las relaciones más exitosas son el compromiso, el deseo sexual y el apego saludable o enriquecedor. Ahora bien, a estos tres pilares se le suman una serie de dinámicas imprescindibles que propician aún más dichas dimensiones.
- Las parejas más felices siempre intentan hacer cosas nuevas juntos: una forma de evitar caer en la rutina, es permitirnos experimentar, aprender el uno del otro, propiciar nuevas situaciones para así alimentar aún más la “chispa de la atracción”.
- Respetan la independencia y el crecimiento personal de la pareja. Así es, las relaciones más estables y felices son aquellas donde se respetan los espacios personales y, a su vez, se propicia y se respeta que cada uno disponga también de sus aficiones, intereses y amistades.
- La pasión por la vida se transmite a la propia relación. Esta idea no sería más que la eterna y saludable concepción de que uno necesita ser feliz consigo mismo y un apasionado de la propia vida, para que ese bienestar propio beneficie también a la pareja.
- La relación de pareja es un viaje de descubrimiento continuo, nunca una carga ni una obligación. Esta es sin duda “la piedra filosofal” de toda relación. El comprender que vamos a pasar por momentos felices pero también por dificultades y que todo va a merecer la pena.
Hacer pareja es saber ser un equipo dispuesto a emprender retos, para ir siempre de la mano ante los múltiples amaneceres que tenemos por delante. Porque, al fin y al cabo, nos envejece más la cobardía que el tiempo y el alma solo necesita la valentía de un buen compañero de viaje que nos acompañe también en cada amanecer…
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