Felicidades Reme
Con un bello mensaje tuyo.
Te deseo lo mejor hoy y siempre.
Dueña de la negra toca, la del morado
monjil, por un beso de tu boca diera a Granada Boabdil.
Diera la
lanza mejor del Zenete más bizarro, y con su fresco verdor toda una
orilla del Darro.
Diera la fiesta de toros, y si fueran en sus
manos, con la zambra de los moros el valor de los cristianos.
Diera
alfombras orientales, y armaduras y pebetes, y diera... ¡que tanto
vales!, hasta cuarenta jinetes.
Porque tus ojos son bellos, porque
la luz de la aurora sube al Oriente desde ellos, y el mundo su lumbre
dora.
Tus labios son un rubí, partido por gala en dos... Le
arrancaron para ti de la corona de Dios.
De tus labios, la
sonrisa, la paz de tu lengua mana... leve, aérea, como brisa de
purpurina mañana.
¡Oh, qué hermosa nazarena para un harén
oriental, suelta la negra melena sobre el cuello de cristal,
en
lecho de terciopelo, entre una nube de aroma, y envuelta en el blanco
velo de las hijas de Mahoma!
Ven a Córdoba, cristiana, sultana
serás allí, y el sultán será, ¡oh sultana!, un esclavo para ti.
Te
dará tanta riqueza, tanta gala tunecina, que ha de juzgar tu
belleza para pagarle, mezquina.
Dueña de la negra toca, por un beso
de tu boca diera un reino Boabdil; y yo por ello, cristiana, te diera
de buena gana mil cielos, si fueran mi
José Zorrilla
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