"Escuchad lo que declara la Sabiduría:
El Señor me poseía en el principio, Ya de antiguo, antes de sus obras.
Eternamente tuve el principado, desde el principio, Antes de la tierra.
Antes de los abismos fui engendrada; Antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas.
Antes que los montes fuesen formados, Antes de los collados, ya había sido yo engendrada;
No había aún hecho la tierra, ni los campos, Ni el principio del polvo del mundo.
Cuando formaba los cielos, allí estaba yo; Cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo;
Cuando afirmaba los cielos arriba, Cuando afirmaba las fuentes del abismo;
Cuando ponía al mar su estatuto, Para que las aguas no traspasasen su mandamiento; Cuando establecía los fundamentos de la tierra,
Con él estaba yo ordenándolo todo, Y era su delicia de día en día, Teniendo solaz delante de él en todo tiempo.
Me regocijo en la parte habitable de su tierra; Y mis delicias son con los hijos de los hombres.
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Libro de los Proverbios 8, 22-31
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Quetal
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