Hijo del alma
Tú flotas sobre todo,
Hijo del alma! De la revuelta noche
Las oleadas, En mi seno desnudo Déjante el alba; Y del día la espuma Turbia y amarga, De la noche revueltas Te echan las aguas. Guardancillo magnánimo, La no cerrada Puerta de mi hondo espíritu Amante guardas; Y si en la sombra ocultas Búscanme avaras, De mi calma celosas, Mis penas varias,? En el umbral oscuro Fiero te alzas, Y les cierran el paso Tus alas blancas! Ondas de luz y flores Trae la mañana, Y tú en las luminosas Ondas cabalgas. No es, no, la luz del día La que me llama, Sino tus manecitas En mi almohada. Me hablan de que estás lejos: ¡Locuras me hablan! Ellos tienen tu sombra; ¡Yo tengo tu alma! Ésas son cosas nuevas, Mías y extrañas. Yo sé que tus dos ojos Allá en lejanas Tierras relampaguean,? Y en las doradas Olas de aire que baten Mi frente pálida, Pudiera con mi mano, Cual si haz segara De estrellas, segar haces De tus miradas! ¡Tú flotas sobre todo, Hijo del alma!
José Martí
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