JESÚS EN CASA DE SIMON EL FARISEO
“Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa.
Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;
y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.
Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora..
(…)Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro.(…)
¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis es con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos.
No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies.
No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies.
Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho…
Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados.
Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados?
Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz”.
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¡ Un Feliz Domingo para todos !
Quetal