Interrogué a las estrellas,
a las nubes y a los vientos.
Y me asomé a la callada
profundidad de los cielos
y las aguas. Y llamé
al concierto de los ecos.
Mas todo me devolvía
mi anhelo, como un espejo...
Y es que mi sueño y mi vida
no fueron más que quimera.
D.A.
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