Tesoro en el cielo
Jesús decía a sus discípulos:
“ No temáis, porque a vuestro Padre le place, daros el reino.
Vended lo que poseéis, y dad al necesitado; haceos bolsas que no envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye.
Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Estén con la ropa de servicio, y vuestras lámparas encendidas; sed semejantes a los que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida.
¡Felices aquellos que su señor encuentre velando a su vuelta de las bodas, de cierto os digo que se ceñirá el delantar, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.”
Lucas 12,32-40
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