La Musidora, Julio Romero de Torres, 1922 (detalle)
¡Oh mujer potente de ébano
y de nardo! cuyo aliento tiene blancor de biznagas. Venus del mantón de Manila
que sabe del vino de Málaga y de la guitarra.
¡Oh mujer esbelta, maternal y ardiente! Virgen dolorosa que tiene clavadas todas las estrellas del cielo profundo en su corazón ya sin esperanza.
Eres el espejo de una Andalucía que sufre pasiones gigantes y calla, pasiones mecidas por los abanicos y por las mantillas sobre las gargantas que tienen temblores de sangre, de nieve, y arañazos rojos hechos por miradas.
De tus ojos saldrán dos claveles sangrientos y de tus senos, rosas como la nieve blancas. Pero tu gran tristeza se irá con las estrellas, como otra estrella digna de herirlas y eclipsarlas.
F. García Lorca, Elegía
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Quetal
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