Dando gracias
¡Cada día señala el comienzo a una nueva etapa
del trabajo ya iniciado!
Acuérdate de agradecer al padre las ganas
de descanso que te concedió
Y prepárate para las tareas que te han confiado,
con alegría y buena voluntad.
Da gracias, también, por el trabajo
que te proporciona
el pan de cada día, e intenta realizarlo del
mejor modo posible.
El trabajo bien hecho nos da la alegría
del deber cumplido.