MARGARITA
No soy como la orquídea que trepa las alturas de exótica belleza por todos codiciada. Yo habito en la pradera mecida por la brisa, besada por el alba.
Humilde margarita de amores deshojada; mi dicha es tan sencilla: un poco de agua clara, caricia que del cielo me va regando el alma.
No soy como la rosa tan suave y perfumada, tampoco tengo espinas de esas que desgarran, amiga soy de todos, no creo me hagan falta.
Humilde margarita, sin color y sin fragancia, mi dicha es tan sencilla: un poco de agua clara. |